Un pájaro de plumaje negro y amarillo, denominado Predicador, revolotea en la cima de un árbol de Yalte, en el valle de Íntag. Las raíces de este ejemplar, que crece en la zona subtropical, se extienden por esta región, rica en biodiversidad y en minerales, especialmente cobre.
La explotación de este metal, precisamente, es la causa de conflictos con habitantes de Íntag, desde la década de los 90. El tema se agudizó esta semana, por el ingreso de un equipo técnico de la Empresa Nacional Minera (Enami EP), que llegó el jueves, escoltado por decenas de policías. Esa tarde hubo choques y forcejeos con moradores de Junín, que denunciaron agresiones.
Santiago Yépez, gerente de la Empresa Nacional Minera (Enami), quien está en García Moreno, a 20 minutos de Junín, explicó que arribaron 60 técnicos y 120 policías. “Se hizo un operativo de seguridad para precautelar el bienestar de todos. Para prever que las vías estén despejadas… se ha dado un proceso tranquilo”.
Dentro de los próximos 15 días, los especialistas tomarán muestras del suelo, agua y aire, como parte del estudio de impacto ambiental, explicó.
El equipo técnico partió la mañana de ayer desde la comunidad de Junín, adonde se desplazó un equipo de este Diario, por la vía de acceso, que está en muy malas condiciones.
Los técnicos se internaron por las lomas cubiertas de una espesa vegetación, custodiados por policías del GIR. También llevaron dos mulas, en las que transportan el equipo técnico, alimentos, carpas… Entre tanto, Junín, un pueblo en donde habitan 30 familias, quedó bajo al control de un centenar de policías. Ayer, los agentes jugaban ecuavóley y baraja, para ‘quemar’ el tiempo.
Según Yépez, la comisión de estudio está integrada por técnicos de una empresa privada, contratada para la investigación. También participan funcionarios del Ministerio del Ambiente y Senagua, que garantizarán la toma de las muestras, con el apoyo del Ministerio del Interior.
La presencia de los gendarmes genera un ambiente de tensión en este poblado, considerado un símbolo de la lucha antiminera. Julio Espinoza, morador de esta región, evidenció su malestar. “No es común que esta zona esté llena de policías al igual que nuestra reserva y la carretera. La gente está preocupada”.
El campesino de contextura fornida comenta que la tarde del miércoles hubo forcejeos de un grupo de habitantes con los uniformados. “Queríamos saber por qué ingresaba tanto policía. Venían con maquinaria de la Junta Parroquial”.
En ese momento aproximadamente 50 personas que pedían explicación fueron dispersadas con empujones. Incluso los manifestantes aseguran que cinco personas fueron detenidas momentáneamente y luego liberadas.
Yépez reconoció que “un grupo de opositores a la minería, a los que considera minoría”, les trataron de impedir el paso. “Tumbaron varios árboles y causaron deslaves para bloquear el camino”.
Polibio Pérez, dirigente de la comuna, rechazó la forma en que llegaron los funcionarios de la Enami, como parte de una estrategia para amedrentar a la población, utilizando la fuerza policial, ajena a la zona.
De acuerdo con el cronograma de la Enami, una vez recolectadas las muestras de componentes ambientales, el estudio de impacto ambiental estará listo en 3 o 4 meses. Posteriormente entrará en un proceso de aprobación en el Ministerio del Ambiente. Ese es el camino previo a una etapa de exploración científica, que determinará la existencia o no de un proyecto minero.
Según estimaciones realizadas por la empresa Bishi Metals, a fines de los 90, en el suelo de Íntag hay un potencial de 318 toneladas de material con cobre. La misma empresa realizó un estudio de impacto que prevé daños ambientales.
La cronología
- 1997 A inicios de la década, la japonesa Bishi Metals inició trabajos de exploración cerca de Junín para determinar la extensión de un yacimiento de cobre.
- 1997 Un grupo de residentes de Íntag creó Decoin para fomentar la conservación ambiental. 200 moradores incendiaron el campamento de la minera Decoin.
- 2003 La empresa canadiense Ascendant Cooper adquirió la concesión de la zona para empezar los trabajos de exploración. Comenzaron los conflictos.
- 2004 Los habitantes denunciaron al abogado del Cedes, José Serrano, las agresiones de personal de vigilancia de Ascendant Cooper.
- 2011 Enami y Codelco se asociaron para in iciar un nuevo proceso de exploración y explotación minera en una concesión de 50 000 ha.