A partir del 1 de enero del 2011 los trabajadores contarán con salarios mínimos por rama de actividad. Para ello, un número igual de comisiones estuvo trabajando desde hace seis meses para determinar los valores en cada sector.
Según Johana Zapata, asesora ministerial, los miembros de las comisiones (formadas por representantes de empleadores y trabajadores) llegaron a acuerdos en 14 de ellas para la fijación salarial, mientras que en ocho fue el Gobierno quien definió el incremento para el 2011.
La metodología fue similar a la utilizada para calcular el salario básico. Es decir se consideró un índice de productividad por sector y también uno de inflación.
Cada una de las comisiones fijó los montos de los salarios según los niveles ocupacionales y estableció rangos de variación. Por eso existen salarios básicos para el personal administrativo, jefatura, asistentes, de soporte, etc.
Por ejemplo, en el sector de la construcción el sueldo de un dibujante se fijó en USD 291, mientras que el de un peón en 279,84.
Para Helmer Flores, presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, esto “es irracional”, ya que no se están tomando en cuenta las diferencias que hay entre ambos trabajadores.
“Se debe pensar en la formación de cada uno. Al peón se le paga el mínimo porque es la persona menos calificada, pero ahora tiene un sueldo mayor”.
El Dirigente gremial asegura que el incremento en el costo de la mano de obra también provocará un aumento en el valor de las construcciones, tanto a nivel público como privado.
Una subida de precios en los productos también la advierten los dirigentes del sector textil. Según Mario Manjarrés, director ejecutivo de la Asociación de Confeccionistas Textiles, la subida de costos en las industrias puede llegar hasta un 40%.
“El costo de la mano de obra implica un 10%, mientras que 30% es producto de la subida del precio del algodón a nivel internacional, así como de otros insumos”.
Según la tabla de la comisión sectorial textil, un tejedor deberá recibir un salario de USD 272,58, cuando antes recibía 240, que era el básico de carácter general en el 2010.
Hasta el presente año no había distinción en los montos según la rama de trabajo, pese a que las comisiones sectoriales han existido desde hace décadas. “Había 115 comisiones que se redujeron a 22. Antes nunca alcanzaron a reunirse y tampoco lograron fijar los valores de los mínimos”, explicó la asesora Zapata.
Para el Gobierno, con los nuevos salarios hay más trabajadores que llegarán al salario digno, es decir, que podrán cubrir el costo de la canasta básica. Para ello se considera el sueldo básico mensual, los proporcionales de los décimos y de los fondos de reserva.
Según las cifras presentadas por el Ministerio de Relaciones Laborales, 851 000 trabajadores están cubiertos con las 22 comisiones sectoriales. El 86% alcanzará el salario digno a partir de enero del próximo año, dijo Zapata.
“Estos salarios siguen siendo bastante bajos. Nosotros insistimos en lo que plantea la transitoria vigésimo quinta de la Constitución que establece que deberá haber un salario básico que tendrá que subir de forma progresiva hasta alcanzar el costo de la canasta básica. En dos años que quedan de Gobierno no se si lo logren”, dijo Edwin Bedoya, representante de los trabajadores ante el Consejo Nacional de Salarios
El Régimen hace caso omiso de las críticas y habla ya de la conformación de una vigésima tercera comisión, en la que estarían todos los trabajadores que no forman parte de las 22 restantes, relacionadas con los sectores principales de la economía.
213 000 recibirán el sueldo básico
Los estudios del ministerio de Relaciones Laborales indican que aproximadamente 213 000 trabajadores ganarán el salario básico, que aumentó de USD 240 a 264, monto que empezará a regir desde este sábado.
Estos empleados no forman parte de ninguna de las comisiones sectoriales y entre ellos están los ayudantes de microempresa, operarios de artesanías, empleados del servicio doméstico, etc.
Estos últimos no se sienten perjudicados por no haber sido parte de ninguno de los grupos por área de trabajo. “Para nosotros contar con USD 24 es positivo. No creo que vaya a haber despidos porque la gente que pagaba el básico anterior tiene para cancelar el nuevo”, explicó Maximina Salazar, actual presidenta de la Asociación de Trabajadoras Remuneradas del Hogar.
Para los microempresarios el incremento tampoco generará un impacto, según dicen, porque el 90% de estos negocios no pagan salarios a nadie sino que ellos mismos laboran y subsisten con las ganancias que reciben por la actividad productiva.
“Solo un 10% de las microempresas, como es el caso de pequeñas panaderías o productoras de alimentos, tendrán que enfrentar ese aumento del costo de la mano de obra y tal vez traspasarlo al consumidor final”, señaló Wilson Lozano, presidente de la Cámara Nacional de Microempresas.