El Ecuador ha decidido negociar un acuerdo económico-comercial con los 28 países de la Unión Europea (UE) en búsqueda de oportunidades comerciales y de inversiones en las próximas décadas. Por nuestra parte tendremos que abrir el mercado a favor de los europeos, en forma paulatina, quizá como Perú con 77% de productos liberados al comenzar la vigencia del Acuerdo para llegar al final con una apertura total del 100%. La UE comenzó con 99% de productos libres de aranceles, que comportan oportunidades potenciales, mientras que nuestra apertura será aprovechada inmediatamente.
Pero mayor atención hay que prestar a las barreras no arancelarias, visibles e invisibles, que obstaculizan el intercambio comercial así como a los subsidios que distorsionan las condiciones de competencia. Hay que estar enterados de los contenciosos que los países europeos tienen dentro de las normas de la OMC para los productos de interés del Ecuador, porque en el mundo no hay comercio libre sino comercio dirigido.
Llegar a un acuerdo con UE es una decisión correcta para atraer inversiones en base a condiciones permanentes y no inciertas, para nuevas producciones, por ejemplo, petroquímicas o de alta tecnología electrónica, con la garantía de mercados con poder adquisitivo. De lo contrario, si basamos nuestro comercio con los países de la Alba estaríamos proyectando una economía enana, en cantidad y calidad.
A la UE se puede plantear no solo en términos económicos sino también sociales y políticos, pues los europeos si tienen oídos para hablar de algo más que de negocios, como no ocurre cuando se negocia con los EE.UU. Como el Ecuador usa el dólar necesita una comprensión especial que seguramente tendrá de los europeos que tienen su euro.
Debemos definir en cuánto tiempo va a liberalizar su mercado, para qué productos necesitará una protección especial de la competencia europea y si va a requerir aportes para el sector lácteo como Colombia, que obtuvo 39 millones de dólares para equiparar las condiciones de competencia y no ser barridos del mapa por la leche subsidiada. Habrá que asegurar que las empresas farmacéuticas no impongan restricciones a la producción de genéricos baratos para el consumo de los ecuatorianos. Por su parte los europeos pugnarán por una apertura rápida del Ecuador para vender automotores sin impuestos al Ecuador, lo cual impactará en las condiciones actuales del mercado automotor.
El Ecuador puede convivir con otros acuerdos en donde hay visiones ideológicas como Nicaragua que pertenece a la Alba pero tiene un Tratado de Libre Comercio muy bien negociado con EE.UU. Además el Ecuador necesita diversificar sus fuentes de inversión y crédito productivo para evitar una alta dependencia de China que tiene la sartén por el mango.