‘Necesitamos unas FF.AA. que aporten al desarrollo’: Miguel Carvajal

Entrevista a Miguel Carvajal, ministro de Defensa Nacional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Entrevista a Miguel Carvajal, ministro de Defensa Nacional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Entrevista a Miguel Carvajal, ministro de Defensa Nacional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Miguel Carvajal, ministro de Defensa Nacional, es sociólogo. Fue Ministro Coordinador de Seguridad, Ministro y Viceministro de Defensa. También fue Viceministro de Desarrollo Rural en el Ministerio de Agricultura y Asambleísta Nacional por Alianza País (AP).

En AP ha sido miembro del Comité Ejecutivo. 
El Ministro señala que el presupuesto actual de las Fuerzas Armadas bordeó los USD 170 millones y dice que este año se harán ajustes en las inversiones, aunque prefirió no dar detalles.

Usted llega al Ministerio de Defensa en medio de la tensión que provocaron militares y el gobierno anterior, que incluso dejó fuera de las filas castrenses a 17 altos oficiales. ¿Cómo recibió a las FF.AA.?
Es verdad que hemos tenido, en estos últimos tres años, mucha variación en los mandos de las FF.AA. por diversas circunstancias. Pero más que ¿cómo yo he recibido?... es ¿cómo me han recibido?

Y, ¿cómo le han recibido?
Con mucha disposición a trabajar, conversar y avanzar.

¿Notó tensión en ellos?
El primer día que llegué mantuvimos una reunión con los comandantes y me expusieron los problemas y preocupaciones que tenían.

¿Por ejemplo?
Temas del Issfa, relativos a la deuda que tiene el Estado y a la necesidad de ir precisando el monto. También mencionaron el caso de los terrenos en Los Samanes, que ya lo resolvimos; y algunos problemas operativos que existen en cada una de las Fuerzas.

¿Hay preocupación por lo económico? Hace 12 días usted dijo ante los militares que el Ecuador ya no vive una bonanza petrolera. ¿Qué significa eso?
Que cuando estuvimos con los precios altos de petróleo, el Ecuador destinó muchos recursos. En las FF.AA. se ha hecho una inversión importante. Ahora sí tenemos equipos, pero tienen que cuidarlos. Probablemente no vamos a tener recursos como tuvimos hace pocos años, para poder adquirir equipamiento nuevo.

En una publicación del Ministerio de Defensa que habla sobre las FF.AA. que ahora necesita el país, se menciona la necesidad de tener un personal bien formado y bien equipado. ¿Cómo cumplir con esas necesidades sin dinero?
Eso será siempre. Pero vea, qué importante fue tener camiones militares para enviar rápido vituallas y equipo médico o tener plantas potabilizadoras. Entonces, las FF.AA. deben ser eficaces y flexibles, para intervenir en situaciones militares y en acciones que son de apoyo a la sociedad en momentos críticos, como terremotos, inundaciones y sequías. O para intervenir en apoyo a varios programas que tienen necesidad de ejecutarse, como los viejos programas de la reforestación o la asistencia que se dio en su momento a la Misión Manuela Espejo.

¿Esas son las nuevas tareas que se delinean para las FF.AA., ahora que no enfrentan un conflicto bélico y las FARC están en la fase final de la paz?
Mire, necesitamos unas FF.AA. operativas, que nos permitan responder a cualquier amenaza tradicional y no tradicional. Es decir, proteger a la sociedad y contribuir al desarrollo y al bienestar de todos. Ahora, esto será parte de un proceso de ajuste, de revisión con el mando militar, pues son algunos criterios que tenemos en el Ministerio de Defensa. La idea es que en función de las necesidades y de las capacidades presupuestarias también se definan las prioridades de inversión.

Pero tampoco hay que olvidarse de la frontera norte y los afectos negativos que pueda dejar la paz.
En la frontera vamos a mantener el contingente de unos 7 000 efectivos. Entonces, una atención prioritaria es la capacidad operativa. Lo otro es enfrentar las amenazas y riesgos que tenemos; y también atender el bienestar del personal militar. Eso implica, por ejemplo, trabajar en temas ligados al Issfa, a la salud, a la vivienda, al mejoramiento de las unidades y de los repartos. Todo esto tiene que ver con un cuarto tema, que es trabajar en la legislación militar.

¿A qué se refiere?
Necesitamos volver a discutir algunos temas, como el hecho de que los especialistas militares, como médicos y abogados salen a los 30 años de servicio teniendo posibilidades de brindar apoyo 10 años más. Los oficiales de arma salen cuando no son calificados en el ascenso, aunque puede seguir contribuyendo con su experiencia. En Chile, por ejemplo, ese personal se mantiene, aunque ya no puede ascender, pero aporta.

¿Usted dice que el personal esté más tiempo en las FF.AA. y aporten más?
Claro. Que sigan aportando en el campo militar y en su especialización profesional. ¿Por qué no discutir esto?

Entonces, ¿qué tipo de Fuerzas Armadas se está buscando para el país?
Las FF.AA. son muy profesionales en lo suyo y tienen personal que ha potenciado la capacidad operativa y la respuesta frente a las emergencias. Las FF.AA. son de la sociedad. Los recursos nacionales sostienen a esta institución. Entonces, los militares no están por fuera de las necesidades que tiene Ecuador. Por eso tienen que estar adecuándose a la necesidad de la Defensa, la seguridad y al desarrollo del país.

Al inicio, usted dijo que hay predisposición para el diálogo. ¿Qué hará con los acuerdos firmados para eliminar la desigualdad en la comida y en los espacios físicos que son usados por la tropa y por oficiales?
No lo he revisado, pero deben estar vigentes. Seguramente, en su momento se firmaron los acuerdos, porque probablemente existían algunos desequilibrios.

¿Ya no hay eso?
De lo que yo he constatado, en muchos espacios se come lo mismo y va a encontrarse con generales, con funcionarios civiles y con soldados.

¿Qué hará con los 41 millones debitados al Issfa?
La Ley manda pagar por los terrenos; lo que está en el avalúo y eso hay que cumplir.

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