Jaime Nebot ratificó su crítica a la situación en la que el Gobierno busca que el Cabildo porteño asuma las competencias del tránsito. Foto: Enrique Pesántes/ EL COMERCIO
Improvisó una consulta popular durante su discurso. Quienes asistieron a la sesión solemne organizada por el Municipio de Guayaquil no requirieron ir a las urnas.
“¿Quieren que, pese al mal servicio, se suba el precio del pasaje urbano?, ¿quieren que parte del dinero del Municipio, que es suyo, se entregue a los empresarios del transporte?, ¿quieren ustedes recibir menos obras y servicios?, ¿quieren que la municipalidad siente el terrible precedente de recibir una competencia sin el dinero necesario al margen de la Constitución y de la Ley?”. Fueron las preguntas enérgicas del alcalde Jaime Nebot desde la tarima instalada en el Plaza de la Integración, junto al río Guayas.
Los cerca de 5 000 asistentes respondieron con un estruendoso “no” a cada interrogante. “Más fuerte. Que lo oigan allá en el acto musical”, dijo Nebot al referirse a la sesión que presidía simultáneamente el mandatario Rafael Correa en el Centro Cívico, en el sur de la ciudad, y en el que se presentarían los artistas internacionales Carlos Vives y Tito el Bambino.
El inicio de este cuestionario coincidió con el paso de un helicóptero de la Policía, que sobrevoló el lugar en dos ocasiones.
La sesión por los 194 años de independencia de Guayaquil estuvo marcada por el tema de la transferencia de la competencia de tránsito, que abrió una nueva brecha entre el Cabildo y el Gobierno.
Nebot insistió que en la Constitución y otras normas vigentes contemplan que las municipalidades no acepten el traspaso de una competencia, si esta no viene acompañada del dinero suficiente. Dijo que el Gobierno quiere entregar USD 30 millones a Guayaquil, cuando en realidad le corresponden USD 44,2 millones.
Mucho antes de las 17:00, moradores de barrios populares, empresarios, militantes de la alianza Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero, coparon la Plaza de la Integración. El regaetton que retumbó en el ambiente dio paso a la canción Guayaquileño, madera de guerrero, durante el ingreso del alcalde al lugar, en medio de una multitud que ondeaba banderines celestes y blancos.
Solo 10 concejales asistieron al acto. Las cinco sillas vacías en la tarima correspondían a los representantes de País ante el Concejo Cantonal.
Nebot comenzó su intervención con un recuento de las obras que vendrán para Guayaquil, como la instalación de 6 000 puntos de Internet gratuito, la firma del contrato de los estudios de la primera ruta del sistema aerosuspendido de transporte, los estudios y diseños de los puentes que unirán a la ciudad con Daule y Samborondón.
Y de inmediato lanzó algunas críticas al Gobierno. Dijo que se opone “al gasto público excesivo, a aumentar en decenas de miles el número de empleados públicos, a endeudamientos agresivos y caros, a obras exageradas e innecesarias”.
“Quien no quiera corregir cometerá nuevos errores (…) y es lo que estamos viendo, una política impuestera que amenaza con llegar hasta las hamburguesas y los perros calientes”.
También cuestionó “la apropiación de utilidades legítimas, como en el caso de los fondos provisionales y de las utilidades de los empleados de las telefónicas (…)”. “La pobreza puede estar a la vuelta de la esquina”, dijo.
Previamente, entregó la presea Municipalidad de Guayaquil al expresidente Gustavo Noboa Bejarano. El alcalde destacó el rol del también catedrático al asumir en su mandato el inicio de la dolarización en el país. Y recordó que en ese año el Cabildo local recibió la competencia del aeropuerto.
Noboa agradeció el reconocimiento y en su corta intervención hizo un llamado a defender la libertad y la independencia de la ciudad. “No solo una independencia cívica, política o económica, sino una independencia de conciencias”, dijo el exmandatario, quien al final, al estilo de los deportistas campeones, mordió la medalla que colgaba de su cuello.