Redacción GuayaquilAl igual que el fin de semana, los salitreños amanecieron ayer preocupados. Esto ocurre tras una nueva crecida del río Salitre, que alcanzó gran parte del cantón guayasense del mismo nombre.Entidades como el Municipio de Salitre y la Fiscalía, ubicadas a media cuadra del malecón, atendieron al público, pese a que sus exteriores están totalmente anegados. Incluso, el agua no fue impedimento para que los beneficiaros del Bono de Desarrollo Humano acudan, masivamente, a cobrar en las dependencias del Banco Nacional de Fomento.Calles llenas de agua es la constante en el cantón más bajo de la Cuenca Baja del río Guayas. En su avenida principal, jabas de plástico, sacos con arena y pedazos de madera sirven como puentes para llegar a las aceras.En medio de esas condiciones, se expenden alimentos como frutas, verduras, carne y pollo. José Mieles dijo que nunca antes el agua había alcanzado esos niveles en el pueblo. “Y eso que no está lloviendo mucho por aquí”.El último domingo, el alcalde Francisco León insistió en la necesidad de que se declare la emergencia. El pedido lo volvió a plantear aprovechando la presencia del gobernador Roberto Cuero. Entre los más afectados están los habitantes de la zona rural, especialmente, de las parroquias Vernaza y Junquillal.En el sector de Santa Margarita (Vernaza), el nivel de la inundación que ocurrió por la crecida del río Vinces, hace una semana, se mantiene. Por ello, no se puede iniciar la reparación de dos brechas en el muro de contención.Antonio Zamora es uno de los agricultores damnificados por la riada. Perdió 12 hectáreas de arroz, que estaba a punto de ser cosechado. Él cuenta que los muros no fueron consistentes.Por su parte, Sabino Marín, presidente de la Cooperativa de Agricultores de Santa Margarita, dice que la corriente destruyó el muro que fue construido con material del mismo río.La situación es similar en Hacienda Nueva y La Pitalla, donde también se reportan decenas de arrozales perdidos y varios poblados incomunicados, a los que solo se accede por el río.Máximo Bermeo, del Departamento de Obras Públicas de la Municipalidad, explicó que dichos muros de contención se construyeron, en una primera fase, desde fines de noviembre. Pero, el inicio de las lluvias y la creciente de los ríos Vinces y Salitre, en enero, impidieron colocar por encima una capa de asfalto. “Ahora habrá que esperar el verano para culminar los trabajos”.Sin embargo, destacó que los muros impidieron que el desastre en el cantón haya sido más dramático. “Además, pobladores y hacendados de algunos recintos no dejaron que se levanten muros frente a sus propiedades”.Como ejemplo puso a la Hacienda Nueva, cuyas plantaciones y piladora incluida están bajo el agua. También, el recinto La Pitahaya, a 1 km de Salitre, que ayer amaneció inundado. Lorenzo Rodríguez, uno de sus habitantes, dijo que en el malecón se instalaron 1 000 sacos con arena, pero la creciente los sobrepasó.En el recinto Jaboncillo, en cambio, ayudó la construcción de un muro de 7 kilómetros de largo y 6 metros de alto. Ayer, personal de la Prefectura del Guayas llegó hasta las poblaciones afectadas con alimentos, agua y toldos. También, desde el fin de semana, se hacen presentes brigadas médicas y de fumigación, que han atendido a cerca de 1 500 casas en todo el cantón.
Un cantón agrícolaSalitre es el cantón más bajo del Guayas. Tiene 65 000 habitantes y una extensión de 400 km. Sus parroquias rurales son Vernaza, La Victoria y Junquillal.Entre los poblados afectados por las inundaciones están además Candilejo, El Papayo, Santa Rosa, Durán Chiquito, Faisán, Hortiguilla, Bebo, Los Sauces…Al menos una decena de comunidades ubicadas entre Salitre y Laurel (Daule), entre los recintos Potosí y La Compoña, quedaron incomunicados.En Daule (Guayas), la creciente del río del mismo nombre causó la muerte de César Augusto Yépez Peñafiel, de 36 años.