Redacción Construir
construir@elcomercio.com
Cada vez existen más opciones para reemplazar al tradicional sistema estructural de hormigón armado.
El sistema, denominado de muros armados o soportantes, es uno de ellos. Tiene un par de años en el mercado, pero ahora se está expandiendo gracias a sus ventajas constructivas y de tiempo. Ferroinmobiliaria, por ejemplo, lo utiliza masivamente en su megaplán habitacional del sur de Quito, Ciudad Jardín.
Este sistema estructural de muros portantes, explica el arquitecto Carlos Manzano, gerente técnico de Ferroinmobiliaria, no tiene columnas de hormigón armado; se basa en paredes de diafragma estructural, las mismas que sostienen las losas, ya sea de entrepiso o de cubierta.
Su tecnología y su aplicación tienen su sustento teórico-científico, aprobado por las normas y los códigos de construcción internacionales.
Las paredes son de hormigón de 240 kg/cm² de resistencia, reforzadas por malla electrosoldada de 5 kg. El hormigón tiene una proporción de 1:2:5 y 1:3:5 (cemento, arena y piedra chispa), aditivos impermeabilizantes e incursores de aire.
La malla electrosoldada posee una red de varillas de acero de 10 mm, colocadas cada 15 cm entre ellas. Son de Ideal-Alambrec. Este sistema tiene refuerzos de varilla de acero de 12 ó 14 mm en las partes críticas.
El sistema es modular, afirma Manzano. Esto quiere decir que todas las dimensiones y espacios giran alrededor de un módulo. Incluso los baños, las puertas y las ventanas tienen relación con este módulo.
El sistema es tan sólido, explica Manzano, que en Colombia se han levantado edificios de 30 pisos, y en el país hasta de ocho.
¿Cómo se aplica este sistema? Primero, sigue Manzano, se trabaja en la compactación del terreno. Este debe ser al 100%. Luego se realiza la fundición de una plataforma de hormigón de 60 cm de profundidad (mínimo). Se coloca la red de mallas electrosoldadas.
A continuación se arman los encofrados. Estos son de aluminio y manejan módulos de 60 cm x 2,32 m. Luego se funden las paredes y, a continuación, las losas que sean necesarias.
¿Las ventajas del sistema? La rapidez de trabajo es una de ellas. Se puede fundir un departamento o casa de 75 m² por día.
Otra ventaja es la sismorresistencia. Las paredes son muy resistentes a grandes esfuerzos sísmicos. ¿Otra ventaja más? Claro, dice Manzano, por el uso de los encofrados de aluminio, las paredes ya quedan casi acabadas. No necesitan revoque, cuando mucho una mano de estuco y la pintura. Nada más.
Otra consideración para tomarse en cuenta es el aislamiento acústico y térmico que alcanzan las paredes. El ambiente interior adquiere una temperatura media de 18°C, dice Manzano.
Y no se oye lo que sucede en los departamentos o casas vecinas, como sucede con otros sistemas constructivos que causan tantos problemas.