La semana navideña en Argentina está colmada de buenas nuevas para los actores de los derechos humanos. Hoy se conocerá la sentencia en el juicio que se lleva a cabo, en Córdoba, contra Jorge Rafael Videla, el cerebro político de la dictadura militar que dio el golpe de Estado el 24 de marzo de 1976 y que dejó como saldo 30 000 desaparecidos hasta diciembre de 1983.
Videla ya fue condenado a cadena perpetua en 1985 por violación a los DD.HH. en el histórico Juicio a las Juntas, durante el mandato de Raúl Alfonsín. Sin embargo, fue indultado en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem.
Videla y otros 29 imputados están acusados por la muerte de 31 presos políticos a los que se les aplicó la ‘ley de fugas’. Sin embargo, en su última defensa, presentada ayer ante el Tribunal Oral Federal N°1 de Córdoba, justificó su actuar en aquello que llamó “la guerra contra la subversión”, liderada por los denominados Montoneros. “No hay guerras sucias o limpias. Hay guerras justas o injustas. Y lo que vivió la patria fue una guerra justa”, ratificó.
Videla trataba de defenderse añadiendo que los militares continuaron con “la guerra, sin añadir o quitar la que venía sosteniendo el gobierno democrático”, de Isabel de Perón, a quien derrocaron “por pedido de la sociedad”.