El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, fue sometido ayer a una intervención quirúrgica de corazón luego de que sufrió un infarto de miocardio. Esto, dos días después de haber asumido el cargo dentro de un nuevo Gobierno.
El mandatario Juan Manuel Santos -quien sustituyó a Álvaro Uribe desde el sábado-, seguía el desarrollo de la operación y de la cual se espera un reporte médico.
Garzón, un antiguo dirigente sindical de 63 años, experimentó dolor torácico opresivo y sudoración profusa, lo que obligó a hospitalizarlo de urgencia a las 07:00 y tomarle un electrocardiograma, dijo el director de la Clínica Shaio, Carlos Cardona. “Con los resultados y los síntomas del paciente, se le practicó un cateterismo diagnóstico en donde se documentó enfermedad coronaria de múltiples vasos”.
Inmediatamente se llevó a cabo una junta médico-quirúrgica donde se decidió realizar en forma prioritaria una revascularización miocárdica quirúrgica, es decir una cirugía de corazón.
Cardona dijo que el vicepresidente permaneció estable y consciente antes de la operación.
En la tarde, diario El Tiempo de Bogotá informó que la primera parte de la cirugía duró cuatro horas durante las cuales le ubicaron al menos cinco puentes coronarios. Garzón pasará dos horas más en cuidados intensivos; según los médicos su situación es estable.
Lugo se someterá a terapias
En Paraguay también causa preocupación la salud del presidente Fernando Lugo, a quien le detectaron un cáncer linfático y cuyo estado es avanzado aunque tratable con quimioterapia, según señaló ayer su médico.
La sorpresiva enfermedad de Lugo, un socialista de 59 años que acabó con más de seis décadas de gobierno conservador, causó un revuelo político por la posibilidad de que no concluya su mandato de cinco años en el 2013.
El hematólogo Alfredo Boccia, portavoz del equipo médico de Lugo, dijo que la enfermedad estaba en un estado más avanzado de lo anunciado inicialmente porque afectaba a ganglios por encima y por debajo del diafragma, pero que era tratable con quimioterapia ambulatoria que realizaría en Paraguay.
Lugo tendría que someterse a seis sesiones de quimioterapia cada tres semanas, un tratamiento que es menos agresivo que en otros tipos de cánceres y que le permitiría tomar decisiones vinculadas a su cargo.