Vargas Llosa y la libertad

La sola llegada de un premio Nobel de Literatura a un país es noticia y concita supremo interés.

Pero en la Venezuela del poschavismo, la mayoría de medios controlados por el gobierno autoritario han preferido ignorar o minimizar la presencia de Mario Vargas Llosa en Caracas para participar en un foro sobre Libertad y democracia.

Apenas una entrevista radial y otra en Globovisión refieren la visita. Los medios gubernamentales han tachado sus críticas a la tensa situación de Venezuela de estos días y le han motejado del ‘guarimbero mayor’ (las guarimbas son las barricadas contra el oficialismo).

El escritor y pensador pronunció en el encuentro una frase lapidaria que debe molestar al poder: “Sus muertos, sus torturados y sus luchas, son también nuestras”.
Conocido es que Mario Vargas Llosa es un ser político, tanto que fue candidato presidencial en su Perú natal y fue derrotado por el populismo de Alberto Fujimori.

Durante todos estos años ha sido un duro crítico de Hugo Chávez y hoy lo es del sucesor, Nicolás Maduro.

Vargas Llosa es liberal, cuestiona a los regímenes populistas y a los estatismos. Con una postura progresista en sus inicios esta redimensión de su pensamiento le valió más de un enojo en una época en la que el progresismo era la moda. La cobertura de la Revolución Popular Sandinista en sus primeros tiempos fue una pieza célebre del periodismo que ejerció Vargas Llosa.

Su distancia con otra gloria del periodismo y la literatura de nuestros días muchos la atribuyen a sus discrepancias políticas, no obstante, Vargas Llosa reconoció la figura de Gabriel García Márquez y su trascendencia literaria, lo cual le honra.

El enfoque de Diario El País digital, en un artículo de Ewald Scharfenberg, ilustra la postura del autor de la ‘Fiesta del Chivo’ -una obra maestra-, en estos días y justo en el país donde recibió su primer premio literario por ‘La casa verde’, otra obra cumbre.

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