Tres ecuatorianos cuentan su experiencia en el frío extremo

En el barrio de Woodbrige en Virginia, Estados Unidos. Foto: Cortesía de Rocio Llerena

En el barrio de Woodbrige en Virginia, Estados Unidos. Foto: Cortesía de Rocio Llerena

La época de invierno de diciembre y enero de cada año en Norteamérica y Europa es muy devastadora, sobre todo para nuestros compatriotas que no están habituados a este clima extremo.

Sin embargo, con el tiempo, el ser humano tiende a acostumbrase a nuevas condiciones de vida. Ese fue el caso de Ricardo Bravo que luego de 3 años en Canadá se acostumbró a climas de extremo frío.

Tomando en cuenta a los migrantes ecuatorianos que se hallan fuera del país, EL COMERCIO formuló una pregunta a nuestros usuarios y tuvimos varios testimonios.

Presentamos varios de ellos:

  • Octavio Guerrero. Trabajó un tiempo en la Patagonia, al sur de Argentina.
  • Eduardo Espinosa. Trabaja como Glass Mechanic y vive en Virginia, Estados Unidos por 16 años.
  • Ricardo Bravo. Su lugar de residencia es Winnipeg, Canadá. Para él son habituales los climas extremos, ha experimentado inviernos de hasta – 24° C.

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