Tras varios meses de crisis política y de protestas contra el Gobierno, el Ejército tailandés impuso ayer la ley marcial, desplegó tropas en Bangkok y censuró a los medios de comunicación, aunque aseguró que no se trata de un golpe de Estado.
“Declarar la ley marcial no constituye un golpe de Estado, sino que tiene por objetivo restaurar la paz y el orden público”, afirmó el Ejército en un comunicado, leído de madrugada en la televisión controlada por los militares.
El primer ministro interino, Niwattumrong Boonsongpaisan, llamó al Ejército a actuar “con respeto a la Constitución”. Su Gobierno no había sido informado por los militares que ellos iban a declarar la ley marcial. El Premier propuso ayer celebrar elecciones legislativas el 3 de agosto.
La oposición exige en la calle la salida de su Gobierno, si es necesario por la fuerza.
Las fuerzas armadas desplegaron soldados en las calles de la capital y decretaron la censura de los medios de comunicación en nombre de la “seguridad nacional”.
La ONU pidió evitar la violencia y EE.UU. dijo que la ley marcial impuesta no constituye un golpe de Estado. AFP