Jens Kastner, DPA
Desde hace tiempo que en el programa de estudio de las escuelas primarias de Taiwán figuran visitas a institutos de crédito. Con frecuencia son invitados empleados de bancos, que les explican a los niños en las aulas el funcionamiento de la libreta de ahorros o de los cajeros automáticos.
Algunas instituciones educativas del país asiático van un poco más allá y enseñan a niños de entre seis y 12 años a manejarse en los mercados financieros y de acciones. También a que sean más inteligentes que sus propios padres en lo que respecta a invertir dinero. Un trabajo pionero en la educación financiera temprana lo realiza la escuela Washington en Taichung, centro de Taiwán. A través de juegos concebidos para las clases en la escuela primaria, los niños se convierten aquí en verdaderos expertos en finanzas. Los conocimientos transmitidos están a años luz de las enseñanzas que se pueden alcanzar con el clásico juego ‘Monopolio’. En lugar de simplemente preguntarse si se debe comprar o no una propiedad que figura en el tablero, los niños aprenden a minimizar los riesgos de inversión, pese a la influencia de la política, la economía y las catástrofes naturales.
Los padres de estos alumnos pertenecen a las clases de ingresos más altos, por lo que su entusiasmo por la enseñanza de finanzas y economía es grande. Según los padres, quien quiera multiplicar el patrimonio familiar en el ‘campo de batalla’ de los mercados de capitales debe iniciarse en el tema a una edad temprana.
La sorprendentemente gran cantidad de conocimientos especializados que los niños adquieren en las clases quedó demostrada en una olimpiada de finanzas en la primaria Washington. Los alumnos no tuvieron dudas acerca de que no puede ser errado invertir en materias primas ante el inicio de la temporada de huracanes en EE.UU. También tenían claro que, frente a las crecientes tensiones militares en la península coreana, la mejor reacción es comprar valores de renta fija.