Filtraciones de agua han complicado las tareas de búsqueda durante la noche en la mina ilegal de oro a cielo abierto que se derrumbó en Colombia y no hay esperanzas de rescatar con vida a las casi 30 personas desaparecidas.
“No hay ninguna posibilidad de que haya sobrevivientes” , afirmó hoy Luis Eduardo Grijalbo, el alcalde de Santander de Quilichao, norte de Cauca, la localidad del sur colombiano donde funcionaba la mina.
Sobre el grupo que trabajaba la noche del miércoles, guarecidos en la oscuridad para no ser detectados por las autoridades, cayó una pared de tierra y fango de unos 10 mil metros cuadrados.
De momento, se localizaron sólo tres cadáveres, mientras que ocho personas fueron rescatadas con vida.
Se presume que entre 20y 35 personas quedaron sepultadas por el desmoronamiento y están desaparecidas, aunque no hay exactitud sobre el número por tratarse de una actividad ilegal, de las muchas que abundan en la zona.
Tras las suspensión de tareas por la noche, a las 6 de la mañana de este viernes (hora local) se reanudaron las labores de rescate y remoción de escombros del derrumbe.
Según el mayor Juan Carlos Sandoval, director de la seccional Cauca de la Defensa Civil, ya se ha logrado avanzar doce metros de profundidad y solo faltarían entre tres y cuatro metros para llegar hasta el punto donde se encuentran los cuerpos, informó el diario El País.