La desconfianza que la Embajada de Estados Unidos tenía sobre el nombramiento del general (r) René Vargas Pazzos como embajador en Caracas se evidencia en el cable 95515, enviado el 6 de febrero del 2007 al Departamento de Estado.
Vargas -dice el telegrama pro-cesado por el jefe político de la Embajada, Erik Martini- está muy complacido de unirse a la corte de admiradores de Chávez.
Los contactos de Vargas con Chávez son directos y personales, y Vargas presentó a Chávez al entonces ministro de Finanzas Rafael Correa, en el 2005.
“Aquí algunos sospechan que Vargas fue el conductor de dinero del Gobierno de Venezuela para la campaña de Correa”. En varias ocasiones, el General ha negado su participación en cualquier nexo ilícito con Venezuela y con las FARC; esto último, sin embargo, fue señalado en el informe de la Comisión de Angostura.
Como administrador militar de los recursos petroleros, Vargas ha sido campeón del mayor control estatal en este sector estratégico, como en Venezuela. Claramente buscando congraciarse con antelación en Caracas, Vargas ha declarado en varias entrevistas que el liderazgo de Chávez estaba legítimamente respaldado por los votantes venezolanos en seis elecciones”. Estando de acuerdo en que Chávez era el “líder absoluto” de Venezuela, Vargas preguntó retóricamete “¿no sería maravilloso si Sudamérica se uniría como una potencia mundial?”.
Según el documento secreto, la Embajada en Venezuela ha cobrado un nuevo significado desde que Correa asumió la Presidencia, el 15 de enero (2007), con el abrazo público de Chávez. “El Gabinete de Correa está mirando a Venezuela por asistencia en varios frentes y espera que Vargas asegure que Chávez cumpla sus promesas. Nosotros estamos muy contentos de no tener a Vargas como Ministro de Defensa y verlo en camino a Caracas, muy fuera del grupo interno”, señala el telegrama enviado a Washington.
Apenas Correa ganó las elecciones, funcionarios de EE.UU. le hicieron conocer sus preocupaciones sobre un posible nombramiento de Vargas para tomar las riendas de Defensa, lo cual fue descartado por el Mandatario.
De un temperamento renegado y muy familiar “con los involucrados en la ‘petrocorrupción’, Vargas está especialmente preparado para ser el enviado de Correa a Chávez”, señala el cable.
Funcionarios de la Embajada, a fines de los ochenta, membretaron a Vargas como “adulador intrigante”, resaltando su naturaleza ambiciosa y sofisticada. “Durante las dictaduras militares de los setenta, él astutamente tramó trabajos en CEPE”. Vargas fue Embajador hasta el 2009, y dejó el cargo luego de que se conocieran públicamente sus contactos con miembros de las FARC.