La ‘tregua’ anunciada por el gobierno de Víktor Yanukóvich se rompió ayer en la capital ucraniana, donde se registró una nueva jornada de violencia armada. De hecho, fue el propio Régimen quien, según denunció la oposición, proporcionó armas de combate a la Policía.
En las protestas de los manifestantes contra el Gobierno, ayer volvieron a producirse decenas de muertos, la mayoría a causa de disparos de francotiradores. También murieron integrantes de las fuerzas de seguridad. Ambos bandos se enfrentaron en batallas callejeras en torno a la Plaza de la Independencia (Maidan).
“Mejor morir que vivir con cadenas”, gritó Anatoli, de 61 años, “comandante” de un grupito de manifestantes en la plaza Maidan. La masacre de ayer, que dejó un saldo de 100 personas muertas de acuerdo con la oposición y 75 víctimas según el Régimen, sea tal vez la página más oscura de la Ucrania independiente.
[[OBJECT]]
Los manifestantes contra el gobierno de Yanukóvich tienen miedo de una violencia policial aún peor a la vivida ayer por la mañana, cuando francotiradores bien precisos atacaron al corazón, la cabeza o al cuello de sus víctimas. Sin embargo, pese al miedo los manifestantes no tienen intención de desistir.
Las crónicas de los reporteros de ‘guerra’, enviados por las agencias de noticias internaciones a Kiev, narran cómo los francotiradores siembran el terror en las calles del centro de la ciudad, donde los disparos de Kaláshnikov se han sumado al ruido de palos, barras metálicas y cocteles molotov en los choques callejeros entre manifestantes y policías.
Apostados en edificios oficiales y hoteles como el Ucrania, los francotiradores abatieron a varios manifestantes que intentaban parapetarse tras escudos de metal.
El lujoso hotel Ucrania, que se asoma sobre la plaza Maidan, fue ocupado por los manifestantes y transformado en un hospital, con dos salas quirúrgicas improvisadas en el hall de la planta baja. Justamente en el suelo, escondidos a ojos indiscretos, hay 11 cadáveres de manifestantes.
El presidente Yanukóvich declaró ayer a los enviados de la Unión Europea que está dispuesto a celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas en 2014 y que se cree un gobierno de unidad nacional en los próximos diez días, afirmó en Kiev el primer ministro polaco Donald Tusk.
El documento discutido con el poder en Kiev por los ministros de la UE de Polonia, Francia y Alemania ofrece “posiblemente alguna esperanza para romper la cadena de violencia”, agregó el diplomático.
Sin embargo, la propuesta debe ser discutida y aprobada por la oposición ucraniana.
Ayer, la comunidad internacional, alarmada ante la magnitud de la crisis, trazó las primeras medidas. En una reunión de urgencia, la UE alcanzó un acuerdo para imponer sanciones a los responsables de violaciones de derechos humanos y uso excesivo de la fuerza en Ucrania. Estas consisten en prohibir su entrada y congelar sus bienes en territorio comunitario. Canadá y EE.UU. también congelarán los activos de personas o entidades que participan en la represión.