Socorristas colombianos encontraron este viernes, 2 de mayo, herramientas y ropa de los 13 trabajadores, 7 hombres y 6 mujeres, sepultados por un alud en una mina ilegal de oro en el oeste del país, en una operación de rescate que podría tomar días antes de dar con los cuerpos.
“Ya hemos logrado llegar a suelo firme y ahí hemos encontrado ropa y herramientas”, dijo a la AFP el teniente coronel Jesús Alberto Gómez, comandante de la Unidad de Desastres del Ejército en la zona.
Sin embargo, según Gómez, aunque se han retirado cerca de 1,5 millones de metros cúbicos de lodo y las tareas se concentran en dos de los puntos detectados por los perros entrenados, no se puede proyectar un plazo para rescatar a los sepultados.
“Se pueden presentar complicaciones por las filtraciones de agua. Si el clima no ayuda, se puede tardar días”, dijo también a la prensa.
Así, el alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, aseguró a la AFP que “son momentos difíciles porque pueden ser hasta 10 días de búsqueda”.
Aldemar Ríos, coordinador de los bomberos del Cauca, dijo por su parte que en el lugar hay 12 retroexcavadoras cuyas labores avanzan lentamente por el miedo a los derrumbes y para mantener la integridad de los posibles fallecidos.
“Nunca pensamos que el socavón fuera tan profundo y tenemos que trabajar con mucho cuidado para proteger los cuerpos”, afirmó Ríos.
El accidente en la mina, ocurrido el miércoles por la noche, deja además un saldo de tres muertos.
La veta ilegal de oro, ubicada en zona rural del municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, está situada al costado de un río. El agua que brota del subsuelo dificulta el rescate, junto con la inestabilidad del terreno, según señalaron especialistas.
Algunos mineros que trabajaban en la explotación ilegal a cielo abierto se quejaron de que las autoridades no los dejaron auxiliar a sus compañeros.
“Además, existe el miedo de que la ley se lleve a los que trabajaban en la empresa”, explicó un minero de 25 años proveniente de la costa del Pacífico que pidió no ser identificado.
En la mañana del viernes, las autoridades aumentaron el perímetro de seguridad para alejar del borde del socavón a familiares y curiosos, ante el riesgo de que la tierra ceda nuevamente.
Bajo sombrillas de colores, vendedores de fruta ofrecían licuados y algunos comerciantes instalaban parrillas hechas con medio tanque de gasolina.
A lo lejos, entre los cerros, se formaban pequeñas hogueras de basura entre el lodazal.
Para Lucio Carabaci, un lugareño de 42 años, la responsabilidad del accidente es del gobierno. “Esto llevaba como dos años funcionando. Estos no son los únicos muertos que ha habido“, relató a la AFP .
Carabaci llegó desde la cercana ciudad de Cali, donde trabaja como obrero, para tener noticias de cinco familiares suyos que estaban en la excavación ilegal en el momento del derrumbe.
Por su parte, el director de la Policía de Colombia, general Rodolfo Palomino, admitió que el cuerpo ha “hecho esfuerzos pero quizás no los suficientes” para combatir la minería ilegal, en rueda de prensa este viernes desde Bogotá.
En el lugar, cientos de socorristas de la Cruz Roja, bomberos, defensa civil, policía y ejército, esperan que las máquinas excavadoras lleguen hasta el sitio donde se encontrarían los desaparecidos.
Una tragedia escrita
Desde una loma, María Teresa Bermúdez, una minera de 58 años, sigue atenta el operativo. “Lo único que quiero es que saquen a los compañeros muertos. Después ya pensaré adónde voy porque aquí ya no hay trabajo”, afirmó.
En tanto, un comerciante que cerca del lugar sigue tasando el oro extraído de la mina, aseguró que el accidente “era una tragedia escrita”.
“El problema es que el ‘barequero’ (minero artesanal) no sabe trabajar. No sabe hacer túneles ni reforza”, dijo el comerciante, que pidió no ser identificado.
“Lo único que agradezco es que no fuera de día el derrumbe porque hubiera pillado a mucha gente”, comentó a la AFP el comprador.
La minería ilegal es una práctica extendida en Colombia, de acuerdo con el más reciente informe sobre el tema de la Contraloría, encargada de vigilar los recursos estatales. La entidad pública informó que “apenas el 37% de las 14 357 unidades mineras censadas (entre 2011 y 2012) tienen título minero”.
En 2012, la minería representó un 2,3% del PIB colombiano, de acuerdo con el estatal Departamento de Estadísticas.