El oficialismo y la oposición en Venezuela marcharon ayer en Caracas para manifestar apoyo y rechazo al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Fue una nueva medición de fuerza popular, tras cinco semanas de protestas que dejaron muertos y heridos. La oposición realizó una multitudinaria concentración en el municipio de Chacao, en el este de Caracas, con el fin de expresar su rechazo a la detención de dos alcaldes de oposición, a la represión contra las protestas y los índices de criminalidad, inflación y desabastecimiento en los mercados.
La concentración, convocada por el encarcelado líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, llevó como lema “dale un freno a la dictadura”, para expresar su repudio a la represión militar contra los manifestantes. En un discurso a la masiva presencia de simpatizantes con camisetas blancas y gorras y banderas tricolores, el dirigente opositor Antonio Ledezma dijo que se busca el respaldo popular a la diputada María Corina Machado, quien no pudo intervenir el viernes en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la situación venezolana, pues “no sabemos qué puede pasarle cuando regrese al país”.
Mientras tanto, el oficialismo acompañó la llamada marcha de “estudiantes por la paz”, a favor de la Universidad Experimental de la Fuerza Armada, cuya sede en Táchira fue incendida, en un hecho que el Gobierno atribuye a las protestas.
Miles de estudiantes y partidarios del gobierno marcharon desde la Plaza Venezuela rumbo a la Asamblea Nacional. Los participantes, incluyendo varios ministros de Maduro, rechazaron las protestas violentas de la oposición. Además, llamaron a los dirigentes opositores a aceptar el diálogo propuesto por el gobernante.