Después de cuatro décadas, el activismo político en el fútbol resurge en Brasil. El apoyo de figuras como Neymar a las masivas protestas en plena Copa Confederaciones, recuerda la época de Sócrates, el fallecido astro de la ‘seleçao’ que jugaba contra la dictadura militar (1964-1985) y promovía la democracia.
Varios jugadores de la selección brasileña que disputan la Copa FIFA Confederaciones dieron su apoyo a los manifestantes a través de la redes sociales.
El llamado país del fútbol, que en un año será sede de la Copa del Mundo, fue sorprendido por las protestas más multitudinarias en los últimos veinte años, justo en momentos en que acoge el torneo prueba del Mundial.
Los manifestantes se volcaron a las calles de varias ciudades, incluidas Rio de Janeiro, Sao Paulo y la capital Brasilia, para reclamar contra el costo de la vida, la corrupción, los deficientes servicios de salud, transporte y educación, y denunciar el millonario gasto de USD 15 000 millones en la organización de la Copa y el Mundial-2014.
Esta vez el fútbol, al que se le achaca con frecuencia servir de factor de distracción política, no apaciguó el descontento social.
Incluso con las manifestaciones rugiendo en las calles en contra del excesivo gasto en el Mundial, los estadios han recibido gran cantidad de público. El jueves, durante la histórica goleada de España sobre Tahití, muchos hinchas exhibieron carteles en el Maracaná en respaldo a las protestas.
Neymar, la joven estrella de 21 años, reconocido por su fútbol pero también por ser una de las imágenes publicitarias más vendedoras de Brasil, envió un inusual mensaje político. También los seleccionados Fred, David Luiz, Daniel Alves y Hulk expresaron su respaldo por medio de las redes sociales.
“Siempre tuve fe en que no sería necesario que llegáramos a un punto de ‘ir a las calles’ para exigir mejores condiciones de transporte, salud, educación y seguridad, todo eso es OBLIGACIÓN (en mayúsculas en el original) del gobierno”, escribió.
Neymar agregó que su buena condición económica no le impide querer un “Brasil más justo, más seguro, más saludable y más HONESTO”.
Si bien el compromiso político de los jugadores brasileños, concentrados con la selección que disputará una de las semifinales, se expresa exclusivamente en las redes sociales, al menos por ahora, su toma de posición despierta curiosidad.
“Hacía mucho que no se veía a figuras vigentes del fútbol opinar políticamente”, destacó Marco Guterman, autor del libro “El fútbol explica a Brasil”, en entrevista con la AFP .
“Y creo”, agregó el experto, “que por ahora es un intento de participar en un movimiento en gran medida pacífico y de clase media, que le permita a la selección identificarse de nuevo con el hincha después de que fue abucheada por largo tiempo”.
Salvando marcadas diferencias, el fenómeno trajo a la memoria el activismo político del “Doctor” Sócrates, el célebre jugador de los años ochenta que deslumbraba con su clase en la cancha y con su compromiso político en las calles.
Fallecido en 2011 a los 57 años, Sócrates fue el capitán del equipo Corinthians y de la selección brasileña que jugó el Mundial España-1982.
Dirigió el movimiento “Democracia Corinthiana” que entre 1981 y 1985 logró que los jugadores tuvieran voz y voto en las decisiones del club de la ciudad de Sao Paulo.
También participó activamente en la campaña “Derechos Ya” contra la dictadura y a favor de las elecciones directas para presidente. Sócrates, médico de profesión, se manifestó alguna vez en la Plaza da Sé, escenario de las actuales protestas en Sao Paulo.
“Este sistema del fútbol te saca de la realidad”, criticó Sócrates en el documental “Mundialito” (2010) del uruguayo Sebastián Bednarik, sobre un torneo de fútbol entre campeones mundiales desarrollado en Uruguay en 1980/81, entonces bajo una dictadura militar.
El excapitán de la ‘amarelinha’ creía que “las fuerzas más conservadores utilizaban el fútbol mejor que las progresistas” y por eso defendía la idea de que los jugadores debían convertirse en “ el medio de comunicación del pueblo, que lo toma como su principal artista ” y sumarse a sus causas.
La militancia política de Sócrates marcó época. Y si bien las declaraciones políticas de Neymar pueden dar más visibilidad a las manifestaciones, “sería una gran sorpresa si un jugador de estos tiempos saliera a las calles”, opinó Guterman.
“Los jugadores de la época de Sócrates no eran los jóvenes millonarios de ahora, que difícilmente tienen contacto con la realidad de las mayorías si bien en muchos casos tienen origen humilde. Estaban más identificados con las necesidades de la población”, sostuvo Guterman.
Es difícil imaginar, agregó, que “un hijo de Neymar no tenga con qué ir a buena escuela o pagar un buen hospital. La mayoría de los que están en la selección ni siquiera viven en Brasil. Son jóvenes que tienen noción de lo que pasa, pero no tienen interés de ir más allá”.
“Simplemente son otras épocas aunque siempre que los ídolos del fútbol hablan, lo que dicen perdura y da visibilidad a lo que defienden”, añadió.