Los habitantes de Nueva York enfrentaban ayer medidas de seguridad más duras y visibles mientras continúa la investigación por el atentado fallido del sábado en Times Square, por el que fue detenido e inculpado un hombre de origen paquistaní. “Siempre debemos estar atentos porque a los ojos de un terrorista, Nueva York es Estados Unidos y ellos quieren matarnos”, dijo el comisionado de la Policía Raymond Kelly, en momentos en que el presunto autor del atentado enfrenta cargos de terrorismo internacional.En el sistema de metro, la Policía revisaba las bolsas de los pasajeros. También se movilizaron más oficiales de lo común en la explanada del One Police Plaza, el cuartel de policía de la ciudad, a unas cuadras de la corte federal. Nueva York ha estado en vigilancia permanente desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 que destruyeron el World Trade Center, causando la muerte de casi 3 000 personas. El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, reclamó ayer al Congreso más recursos para la lucha contra el terrorismo tras el fallido ataque. “Desde 1990 se han registrado más de 20 complots terroristas -o ataques perpetrados- contra nuestra ciudad”, indicó Bloomberg durante una audiencia con la Comisión de Seguridad Interior del Senado. El sospechoso, Faisal Shahzad, de 30 años, presuntamente condujo un Nissan SUV con una bomba enorme pero defectuosa hacia el barrio más concurrido de Nueva York, el sábado, cuando miles de personas asistían a los teatros y a otras atracciones turísticas. La Policía encontró la bomba en el auto parado frente a un teatro donde se representaba el musical The Lion King. El distrito de Times Square fue evacuado al tiempo.