El Papa Benedicto XVI leyó ayer su mensaje de Navidad en medio de fuertes medidas de seguridad. Rezó por la paz en Oriente Medio y alentó a los católicos de Iraq y la China comunista a resistir la persecución.
En su discurso ‘Urbi et Orbi’ (A la ciudad y el mundo), dijo que el mensaje navideño de paz y esperanza era nuevo, sorprendente y desafiante y que debería impulsar a todos en la lucha pacífica por la justicia.
Afirmó que esperaba que la Navidad lleve consuelo a los cristianos en Iraq y Oriente Medio, donde teme que eventos como el ataque a una iglesia de Bagdad que dejó 52 muertos, en octubre, provoque un éxodo de cristianos.