Los gobernantes de los países del G8 advirtieron que la recuperación tras la crisis financiera global es todavía “frágil” , y se desplazaron hasta de Toronto para ampliar la cumbre al nivel del G20, cuyas conclusiones se conocerán este domingo.
En Toronto, los mandatarios de los países más ricos del mundo y sus colegas de las naciones “emergentes” fueron recibidos por una ciudad acordonada por fuerzas policiales, las cuales, durante la tarde, chocaron en el centro con cientos de manifestantes.
En su declaración, el G8 indicó que “la crisis económica expuso y exacerbó vulnerabilidades que ya estaban impregnadas en las economías globales integradas, los esfuerzos de desarrollo y la seguridad colectiva”. “Nuestra cumbre anual -continuaron- tiene lugar mientras el mundo comienza una frágil recuperación”. Eso, tras la crisis global provocada por la debacle del 2008.
El texto afirmó que “se lograron progresos, a través del trabajo del G20, hacia la recuperación sostenible de nuestro sistema económico y financiero global”. Durante las conversaciones de ayer, preámbulo del final de la cumbre, hoy, los mandatarios de los países del G8, se mostraron de acuerdo en intentar recortar sus déficits fiscales en tres años.
Sin embargo, los remezones de la crisis están dejando en claro que un exceso de austeridad podría poner en serios problemas la delicada recuperación económica. Además de llevar a la mitad el déficit para el 2013, los mandatarios se propusieron poner las cuentas en orden para el 2016, pero todas estas iniciativas serán ‘no vinculantes’, ya que cada país deberá “seguir su propio ritmo”.
En cuanto a los controles bancarios, las naciones del G20 aparecen separadas por una diferencia infranqueable frente a la idea de imponer una tasa.
Un quiteño está en la cumbre
“Soy Juan Daniel Martínez Mantilla, quiteño y de 25 años de edad. Participo en la Cumbre del G-8, que se realiza en el pueblo de Hutsville, en la provincia de Ontario, en Canadá.
“Integro el grupo de 16 meseros de banquetes que atiende a los jefes de Estado y de Gobierno y a las delegaciones que participan en la reunión que se celebra en esta pequeña localidad de 18 000 habitantes. Yo laboro en el resort en el cual se realiza el encuentro.
“¿Cómo fui seleccionado? Hubo un proceso de preselección en el cual intervinieron más de 100 meseros canadienses. Para ser admitido debí pasar por una entrevista con la jefa de Protocolo del G8, que es la mano derecha del primer ministro canadiense, Stephen Harper. Ella dio el visto bueno para mi selección.
“Desde el 15 de junio, cuando el Gobierno tomó el control de la seguridad, la vida ha cambiado en Huntville. Y eso se extenderá hasta el 30 de junio. Luego volverá la tranquilidad a este pueblo. El grupo de meseros se hospeda en el resort por seguridad. No se podrá salir del lugar hasta que todo termine, el 27”. Red. Sociedad
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