En México, el combate a la corrupción, mayores beneficios y mejores condiciones salariales fueron las principales demandas de los trabajadores al conmemorar el Día Internacional del Trabajo.
Organizaciones sindicales, de los gremios de telefonistas, mineros y la Unión de Trabajadores de México, realizaron un desfile hacia el Zócalo de la capital, en el cual gritaron consignas y portaron pancartas en reclamo de políticas contra el desempleo.
Las marchas iniciaron a las 10:00 horas locales (15:00 GMT) y se realizaron sobre todo en la emblemática avenida Paseo de la Reforma y el Centro Histórico.
Se estimaba que unas 60 000 personas participaran en las marchas por el Día del Trabajo.
Entre tanto, en Francia, los principales sindicatos se manifestaron en París para protestar contra el plan de ajuste presentado por el Gobierno socialista francés, en una jornada que la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, aprovechó para arremeter contra la Unión Europea (UE).
“Es difícil ver la diferencia entre la política del expresidente Nicolas Sarkozy y la del actual Franois Hollande. Tenemos la sensación de que una es la continuación de la otra: no a los salarios, no al empleo, sí al declive industrial de nuestro país”, declaró a la prensa el secretario general de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), Thierry Lepaon.
Ese sindicato, junto con Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU) y Solidaires, congregaron a los trabajadores en la simbólica plaza de la Bastilla de París, símbolo de la Revolución Francesa, para protestar contra el plan de ajuste de 50 000 millones de euros entre 2015 y 2017 presentado por el Gobierno socialista.
El plan, que abandera el primer ministro, Manuel Valls y que aprobó la Asamblea Nacional francesa, contempla la congelación del sueldo de los funcionarios, la disminución del número de empleados públicos y la reducción del presupuesto destinado a Sanidad y prestaciones sociales, entre otras medidas.
Servirá, esencialmente, para financiar el “pacto de responsabilidad”, una rebaja impositiva de 30 000 millones de euros que el Ejecutivo ha concedido a las empresas para que ganen competitividad y generen empleo.
La marcha en París contó con la participación de 65 000 personas, según los organizadores. Mientras que los sindicatos cifraron en 210 000 personas el total de ciudadanos que salieron a las calles en las marchas convocadas en cerca de 300 municipios.
En Turín, en el norte de Italia, las marchas tuvieron otro matiz. Fuerzas del orden y manifestantes protagonizaron enfrentamientos. Tres detenidos y siete policías heridos durante las celebraciones del Primero de Mayo, según medios locales, fue el saldo de las movilizaciones.
En Turín, al igual que en el resto de Italia, la fecha fue aprovechada para protestar contra la crisis económica y el desempleo y se recordó al joven Federico Aldrovandi, muerto en 2005 en Ferrara (centro de Italia) supuestamente a mano de cuatro policías.
Por el contrario, en el resto de Italia el Día del Trabajo transcurrió con normalidad, a pesar de que ayer el Instituto Nacional de Estadística (Istat) italiano reveló que la tasa de desempleo se mantuvo en marzo en el récord del 12,7 %, el porcentaje más alto desde 1977.
Mientras tanto, los sindicatos alemanes congregaron en las principales ciudades a miles de manifestantes bajo el lema “Un buen trabajo. Una Europa social“, en una jornada en la que han reclamado el fin de las políticas de austeridad y ayudas para combatir el desempleo en el sur de la UE.
La manifestación central de la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB) tuvo lugar en Bremen, donde el líder de esta organización, Michael Sommer, alertó sobre el impacto de las políticas de “recortes” en países como España, Italia o Grecia, y abogó de nuevo por la puesta en marcha de un “plan Marshall”.
En otro lugar del mundo, en Hong Kong los trabajadores, muchos de ellos pobres, reclaman mejores condiciones laborales y un reparto más justo de los frutos del crecimiento en la región más dinámica del planeta.
En Camboya, los sindicatos manifestarán en apoyo a los obreros textiles en huelga en dos zonas económicas especiales cerca de la frontera con Vietnam.
La mayoría de los trabajadores de este sector vital para la economía camboyana, que emplea a 650 000 personas, ganan menos de USD 100 mensuales.