La extendida impunidad, que deja 92 de cada 100 homicidios sin resolver, es el principal incentivo de los criminales en Venezuela, uno de los países más violentos del mundo, conmocionado estos días por el asesinato de una exreina de belleza.
“Las instituciones públicas en Venezuela no cumplen con su labor de prevenir y reprimir el delito, y eso hace que solo se resuelvan ocho de cada 100 asesinatos”, explica el criminólogo Fermín Mármol.
“La impunidad -agrega el experto- genera imitación, hace que muchos jóvenes se sumen a las filas de las bandas criminales porque ven el delito rentable y de poco riesgo”.
Pero también la proliferación de millones de armas, los bajos salarios policiales, el hacinamiento carcelario, su fallo como centro de readaptación o las políticas oficiales que atribuyen la violencia a la desigualdad social, son causas de esa guerra interna, dicen los especialistas.
La policía y los jueces desbordados
Los 200 000 miembros que se calcula que tiene Venezuela en los distintos cuerpos de seguridad resultan insuficientes ante las desorbitadas cifras que -según las mida el gobierno o las ONG- van de 39 a 79 homicidios al año por cada 100 000 habitantes, cifra esta última que sería la segunda más alta del mundo luego de Honduras.
Los policías “tienen salarios muy bajos y se les ha dado poco aporte logístico, sobre todo a los funcionarios de investigación criminal. La Fiscalía y los jueces están desbordados, a veces tienen hasta 700 casos en un mes, y además están muy politizados”, explica el criminólogo Javier Gorriño.
Ante esta situación, “el delincuente no tiene por qué no ser delincuente, porque sabe que no va a ser castigado o que tiene remotas posibilidades de no ser castigado”, agrega.
El asesinato de la exreina de belleza y actriz de la cadena estadounidense Telemundo, Mónica Spear, de 29 años, y su pareja dio la vuelta al mundo e hizo que el presidente Nicolás Maduro, que atribuye la violencia al capitalismo y la riqueza fácil, propusiera un plan de pacificación, al tiempo que se anunciaba la detención de varios implicados.
“¿Qué hubiese pasado con esa banda si no hubiese sido la señora Spear y su esposo, sino cualquier otro ciudadano?”, se pregunta el sociólogo Roberto Briceño, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia. “Casi nunca los van a buscar (a los responsables de los delitos), y ante eso el pasaje al acto violento es muy fácil, porque no tiene consecuencias penales ni jurídicas”, agrega.
Sepultan a Mónica Spear
Entre familiares y amigos fueron sepultados ayer, 10 de enero, los restos de la ex Miss Venezuela, Mónica Spear y su ex esposo Thomas Henry Berry, en un acto retrasado dos horas por la cantidad de admiradores que acudieron a despedirlos.
“Nos han destrozado el corazón”, dijo a la prensa Rafael Spear, padre de la actriz, al referirse a los delincuentes que mataron a la pareja la noche del lunes. En relación con Maya, la hija de cinco años de Spear y Berry, aseguró que espera que “crezca conmigo, sus abuelos y los demás hermanos de Mónica”.
La noche del lunes, 6 de enero, la actriz, de 29 años, y su pareja (39) fueron acribillados a balazos dentro de su automóvil, mientras que la pequeña Maya resultó herida en su pierna derecha, pero se halla en buen estado.
Por este suceso las autoridades ya tienen bajo custodia a siete personas integrantes de una banda denominada “Los Sanguinarios de El Cambur”, incluido el que presumen que fue el autor material, identificado como Carlos Colina Alcalá, de 19 años. Según cifras de ONG, la violencia en Venezuela se cobró la vida de 25 000 personas el año pasado.