No cabe duda de que el presidente de Estados Unidos Barack Obama sufrió este año varios reveses. La cuestión es si podrá dar un giro a esa situación.
El momento decisivo para él llegará con el comienzo del nuevo año. Presumiblemente David Axelrod, principal asesor político, abandonará la Casa Blanca ya a finales de enero. Tiene cosas más importantes que hacer: deberá preparar la campaña para la reelección en las presidenciales del 2012.
Aunque Obama no se encuentra en su mejor momento, no tiene intención de darse por vencido y los expertos consideran que tiene posibilidades para el 2012. El profesor de Economía Ray Fair de la Universidad de Yale ya está elaborando complejos modelos de cálculo que sitúan a Obama en 2012 en los primeros puestos, en caso de que la economía se recupere.
También en la Casa Blanca reina la esperanza. En el 2012 todo lo que pudo ir mal fue mal. Incluso los proyectos de éxito de Obama, la reforma de los sistemas sanitario y financiero, no han cosechado los aplausos esperados. La cosa ya solo puede ir a mejor, en especial en lo que a la economía se refiere. Aunque los expertos vaticinan para el 2011 unas tasas de desempleo altas, después todo debería ir a mejor.
El presidente estadounidense ya ha dado señales de cuál será su estrategia política hasta los comicios: un acercamiento a los republicanos. En vista de la nueva mayoría de la que goza este partido, tampoco es que le quede otra opción que alcanzar compromisos.