Tras el fracaso de su operación para sellar la fuga en el Golfo de México, British Petroleum anunció otro plan de contención del crudo, mientras una asesora de Barack Obama dijo que el derrame es “probablemente la peor catástrofe ecológica” de Estados Unidos. BP volverá a una solución parecida a la tapadera de confinamiento que había fracasado a principios de mayo por la formación de cristales de hielo bajo el efecto del gas y del agua. Al menos 20 millones de galones se han vertido al océano desde que comenzó el desastre, cinco semanas atrás, amenazando con una catástrofe ambiental y económica a lo largo de cientos de kilómetros de costa en Estados Unidos. La marea negra del golfo de México es “probablemente la peor catástrofe ecológica que hayamos enfrentado en este país”, declaró en tanto Carol Browner, consejera de Barack Obama en temas ambientales. Los ingenieros habían pasado días bombeando unos 30 000 barriles de fluido pesado hacia la tubería dañada en el suelo marino, en una apuesta extrema para ahogar el vertido de crudo y luego sellar el ducto con cemento. Pero el sábado se anunció el fracaso del operativo denominado Top Kill. Se trata del fracaso más reciente para BP, que a pesar de una serie de operativos en las últimas semanas se ha mostrado incapaz de contener el desastre comenzado con la explosión el 20 de abril de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, arrendada por BP, que causó la muerte de 11 personas. La plataforma se hundió dos días después.El gigante británico de la energía había subrayado que Top Kill era la mejor oportunidad de frenar la filtración, más que perforar un pozo nuevo de auxilio, un proceso que ha comenzado pero que tomaría otros dos meses.Los esfuerzos ahora se centrarán en cortar los ductos dañados que están recostados en el suelo marino, luego instalar un artefacto de contención que pueda retener el petróleo y finalmente bombearlo a la superficie. La operación de alta tecnología será conducida por robots operados a control remoto en el suelo marino, según annciaron directivos de British Petroleum, a casi 1 500 metros debajo del lugar donde explotó la plataforma submarina hace 40 días.