Un terremoto de gran magnitud se registró ayer, 1 de abril, en el extremo norte de Chile, y generó un tsunami que disparó las alarmas en toda la costa de Chile y en América Latina con olas de 1,8 metros de altura.
Hasta el cierre de esta edición, se conoció que cinco personas murieron como resultado del sismo. El Alcalde de Alto Hospicio, localidad ubicada en Iquique, indicó que una de las víctimas, de 33 años, falleció debido a un infarto.
Según el reporte del Centro Sismológico Nacional (CSN) chileno, el violento sismo se registró a las 20:46 locales (18:46 en Ecuador y tuvo epicentro 89 km al suroeste de Cuya, en el mar frente a la costa de Tarapacá. Calculó su magnitud en 8,2.
La sirena de evacuación por alerta de tsunami sonó de inmediato en Iquique, donde la distancia entre la costa y el cerro es de apenas 2 kilómetros, señaló Leandro Espinoza.
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“Al interior de la casa se cayeron los muebles, los vasos, se abrieron las puertas de los clóset y saltó la ropa, todo tiritaba en medio de un fuerte ruido durante el movimiento que se prolongó más o menos por un minuto y donde la luz se cortó de inmediato”, agregó aún con la respiración agitada, pese a vivir a diez minutos del mar y en una zona sin riesgo de tsunami.
Las personas, continuó, se desestabilizaban por el movimiento horizontal del sismo. “La gente empezó a gritar y entró en pánico, salió a las calles, empezó a correr, discutía mucho con la gente que iba en vehículo”, en una ciudad donde las calles son muy estrechas. Como es una zona de cerros, con mucha tierra y arena, “había demasiado polvo en suspensión”. Los pobladores que empezaron a huir hacia el sector alto de la ciudad, llevaban frazadas, mochilas, linternas y bidones de agua.
La Oficina Nacional de Emergencia evalúa el alcance que tendría una segunda y tercera olas tras el recogimiento del mar en las últimas horas de más de dos metros.
Los sismólogos llamaban a mantenerse alerta y no descartan un evento mayor, ya sea un nuevo terremoto o un tsunami más agresivo.
En el 2010, la segunda y la tercera olas -tres horas después del terremoto de 8,8 grados Richter- fueron las que causaron los mayores estragos y víctimas en la zona central de Chile, la fatídica madrugada del 27 de febrero. Anoche, los habitantes del borde costero de Concepción y Constitución fueron evacuados también, sumándose a las más de 120 000 personas de Iquique y las 100 000 de Arica.
Pasada la medianoche se conoció que la alerta de tsunami se mantendría por otras seis horas más, con excepción de Puerto Chacabuco y la Antártida chilena según informó el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. La autoridad anunció que se dispuso que las Fuerzas Armadas se coordinaran con Carabineros para mantener el orden y la seguridad.
Además, un avión se dirigió a la zona con 100 efectivos de las fuerzas especiales de Carabineros para reforzar la seguridad, luego de que más de 300 reclusas de la cárcel de Iquique se habían fugado aprovechando la conmoción tras el sismo.
Igualmente, indicó que “estamos evaluando junto al Shoa todas las variaciones de mareas, y minuto a minuto se están estudiando las situaciones de más alto riesgo”.
Alerta en el Pacífico Sur.
Tras conocerse la intensidad del terremoto, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Nicaragua emitieron alerta de tsunami para sus costas. Sin embargo, luego de dos horas los cuatro últimos países descartaron la posibilidad de sufrir fuertes oleajes.
En Perú, olas derivadas del terremoto llegaron a la costa sin causar ningún problema. La Marina indicó que en el puerto de Callao, aledaño a Lima, las olas no pasaron de los 45 cm, aunque personas que estaban en el lugar y que ni siquiera sabían que había alerta de tsunami las calcularon en menos.