El presidente uruguayo José Mujica reveló ayer que a cambio de recibir presos de Guantánamo, a solicitud de Estados Unidos, le pidió a Washington que libere a los prisioneros cubanos acusados de espionaje en ese país.
“Es un pedido por una cuestión de derechos humanos”, dijo el Presidente uruguayo, quien advirtió no obstante: “Yo tampoco hago favores gratis, paso la boleta” (factura).
El anuncio de Mujica fue recibido con escepticismo por la oposición y con dudas por juristas locales, que se preguntaron en qué condiciones vendrían los presos.
Situada en una base bajo administración estadounidense, que Washington alquila a Cuba desde 1903, Guantánamo es un símbolo de los excesos de la guerra contra el terrorismo.