Siete niños y los dueños de un jardín de infantes fueron asesinados ayer a cuchilladas en el noroeste de China, en el último de una serie de ataques a escuelas, que llevaron a las autoridades a prometer que responderán “con mano dura”.
Once niños resultaron heridos en el ataque, que se produjo poco después del inicio de clases en el condado de Nanzheng, una zona rural de la provincia de Shaanxi, informó la agencia oficial de noticias Xinhua. Dos niños estaban en estado grave.
Un hombre de 48 años llamado Wu Huanmin entró en la clase con un cuchillo de carnicero y mató a cinco niños, dos niñas y a la madre e hijo dueños del jardín de infantes privado.
El hombre volvió después a su casa y “se suicidó”, agregó la agencia. El motivo de la agresión aún se desconoce.
En los cinco ataques contra escuelas ocurridos desde marzo han muerto 15 niños y tres adultos y más de 80 personas resultaron heridas. En China casi ninguna persona tiene permiso para poseer armas de fuego, y los atacantes utilizaron cuchillos, hachas y, en un caso, un martillo. Reuters