Una delegación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) partió hoy (26 de abril del 2014) hacia el este de Ucrania para negociar la liberación de los observadores militares retenidos en Slaviansk por separatistas prorrusos, trascendió de círculos gubernamentales alemanes.
Los separatistas prorrusos del este de Ucrania volvieron a acusar hoy de espionaje a los observadores militares. “Estos hombres son soldados de profesión, a diferencia de un equipo de la OSCE con el que hace poco mantuve una conversación normal”, afirmó desde Slaviansk el líder separatista Viacheslav Ponomaryov, en entrevista con la televisión rusa.
Ponomaryov acusó a los observadores de preparar actos de sabotaje por orden del gobierno de Ucrania e indicó que todavía están decidiendo si les pondrán en libertad.
El también líder separtarista Denis Pushilin presentó ante la prensa rusa los pasaportes e identificaciones de los observadores. “En la delegación también había oficiales ucranianos, tenemos la intención de intercambiarlos por Pavel Gubarev y otros presos”, afirmó Puschilin.
El político prorruso Gubarev se encuentra actualmente en prisión provisional en Kiev acusado de separatismo. Según Pushilin, hay “sospechas de que en el grupo hay espías de la OTAN”.
El líder separatista aseguró a la agencia Unian que se está tratando bien a los retenidos. Los servicios secretos ucranianos acusaron, sin embargo, a los separatistas de utilizar como “escudos humanos” a los observadores retenidos.
“Uno de ellos necesita un médico, pero los terroristas se lo niegan”, aseguraron. Según las informaciones, el grupo de observadores está compuesto por 13 personas: cuatro alemanes -tres soldados y un intérprete-, cinco militares ucranianos y cuatro observadores militares procedentes de la República Checa, Dinamarca, Polonia y Suecia.
La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, señaló que el gabinete de crisis alemán bajo la dirección del ministerio de Exteriores está llevando a cabo denodados esfuerzos en pos de una pronta solución.
“Llamo a todos los que tienen responsabilidad e influencia, en Ucrania y en Rusia, a hacer uso con urgencia de toda su influencia para que los observadores sean liberados de inmediato y sanos y salvos”, dijo la ministra, que subrayó que los observadores no están en Ucrania para intervenir.
“Su función es velar por transparencia y fomentar la confianza”, dijo. Una portavoz del Ministerio alemán de Exteriores indicó que el gabinete de crisis, que se reunió esta mañana, está en contacto constante con la OSCE, además de mantener comunicaciones con los gobiernos de Rusia y Ucrania.
También el gobierno checo exigió la puesta en libertad de los observadores retenidos, entre los que se encuentra uno de sus ciudadanos.
“Pedimos que los miembros de la misión sean puestos en libertad y se les permita observar la situación en Ucrania sin impedimentos”, afirmó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka.
Para el jefe de gobierno checo, sucesos como el de Slaviansk “contribuyen a una escalada” del conflicto.
Por su parte, el gobierno ruso aseguró que está llevando a cabo conversaciones para encontrar una “solución a la situación” de los observadores.
Rusia actúa “en el marco de las posibilidades existentes”, informó el Ministerio de Exteriores ruso, sin dar más detalles.
Moscú criticó además que el gobierno interino de Kiev no coordinase previamente el viaje del equipo internacional de observadores al inestable este de Ucrania.
“Habría sido lógico aclarar cuestiones de seguridad para zonas donde las autoridades no controlan la situación y donde se está llevando a cabo una operación militar contra los propios habitantes del país”, afirma el comunicado del ministerio ruso.
El embajador ruso ante la OSCE, Andrei Kelin, criticó previamente la retención de los observadores. “Somos de la opinión de que estas personas deben ser puestas en libertad cuanto antes”, aseguró en declaraciones a la agencia rusa Itar-Tass.
En tanto, las fuerzas ucranianas aseguraron haber destruido cuatro barricadas de los separatistas cerca de Slaviansk, en el marco de su “operación antiterrorista”.
La ciudad del este de Ucrania está rodeada por fuerzas de seguridad de Kiev. Este avance se produce después de que los países miembro del G7 -Estados Unidos, Francia, Alemania, Canadá, Italia, Japón y Reino Unido- acordasen implementar “rápidamente” nuevas sanciones contra Rusia, con medidas que podrían afectar áreas como la economía, el comercio y las finanzas.
Además, el Pentágono denunció la madrugada del sábado que aviones de combate rusos ingresaron varias veces en el espacio aéreo ucraniano en las 24 horas previas.
Los movimientos aéreos fueron registrados cerca de la frontera rusa, indicó el Departamento de Defensa estadounidense, que dijo desconocer los motivos de los sobrevuelos.
Medios estadounidenses especularon con que se podría tratar de una demostración de poder de Rusia o de una prueba de los radares ucranianos.