Miles de venezolanos participaban este domingo de una marcha bajo el lema “Caracas se moviliza” en el marco de las protestas iniciadas hace casi un mes que dejaron 18 muertos, más de 260 heridos y decenas de denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Los manifestantes anunciaban su paso por las calles con ruidosos pitos y cornetas, portando banderas de Venezuela y pancartas con mensajes como “Prefiero unos carnavales sin playa que una vida sin libertad” o “Amigo chavista esta lucha también es por ti.
Acompáñanos”, escrito sobre una cartulina roja, color característico del chavismo. Los manifestantes partieron desde cuatro puntos del sector este hacia la Plaza Brion, para pedir libertad de los detenidos y el fin de la represión, además de protestar contra la impunidad, censura, inseguridad y escasez de bienes básicos en el país.
Las marchas suceden a la primera noche de calma, en dos semanas y media, de la que gozaron los habitantes del municipio de Chacao, feudo opositor y escenario cotidiano hasta ahora de choques entre grupos de jóvenes manifestantes enmascarados y unidades antimotines.
El presidente Nicolás Maduro ha calificado como un intento de “golpe de Estado” las manifestaciones iniciadas por estudiantes el 4 de febrero a las que se sumaron dirigentes opositores radicales que piden ocupar las calles para forzar la salida del gobierno.
El sábado una caravana opositora recorrió Caracas para protestar “contra la tortura y la represión”, horas después de que unidades antimotines detuvieran a decenas de personas, entre ellas corresponsales extranjeros, y que la televisión gubernamental acusara a los foráneos de “terrorismo internacional”.
“Manifestamos por los muertos. No hay carnaval, no hay nada que celebrar”, dijo a la AFP Argenis Arteaga, estudiante de ingeniería y quien llegó desde la barriada popular de Petare, considerada la segunda favela más grande de América Latina.
Opositores y ONG han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía para disolver las protestas y el Foro Penal Venezolano oficializó las denuncias de “33 casos de tratos crueles e inhumanos o torturas”.