Brunéi, un pequeño sultanato del Sudeste Asiático rico en petróleo y reservas de gas, oficializó ayer, 2 de mayo, la declaración de la ley islámica o ‘Sharia’ con penas que contemplan la lapidación y el desmembramiento de extremidades.
El sultán Hasanal Bolkiah, quien gobierna con puño de hierro y ejerce de máximo representante del islam en el país, anunció “con una completa fe y gratitud hacia Alá” la medida, que se introducirá por fases, en una ceremonia celebrada anoche, según el diario Brunei Times.
El monarca señaló que la ‘Sharia’ supone recuperar las leyes islámicas que rigieron en el sultanato hace siglos y que era su “obligación personal” introducir las leyes de Dios. El nuevo Código Penal incluye la lapidación por delitos homosexuales y adulterio; el desmembramiento de extremidades en caso de robo; la pena capital para los blasfemos, los que difamen el nombre del profeta Mahoma y la apostasía; y la flagelación por aborto…
Aunque el actual Código Penal contempla la pena de muerte, Brunéi no ha realizado ninguna ejecución desde 1957. El delito por vestir ropa clasificada como indecente acarreará una pena de hasta seis meses de cárcel, por “ensuciar la imagen del islam y corromper los estándares morales o molestar a la población”.