Al menos cinco hombres fueron muertos por la Policía Federal en el estado mexicano de Michoacán, sur del país, cuando seguían de cerca al sacerdote Gregorio López, vicario de la diócesis católica de Apatzingán, al parecer con intención de atentar en su contra.
El propio religioso dijo hoy, 19 de enero, que el caso ocurrió el sábado en una comunidad rural de este municipio, que no quiso identificar.
“Abatieron a 5 criminales que me iban siguiendo”, afirmó el cura, y dijo que la Policía Federal atacó al grupo desde el aire, por medio de un helicóptero artillado.
Sin embargo, afirmó que no requiere de protección ni la ha “aceptado”, a pesar de que se lo ofreció el gobierno, y agradeció la intervención que le salvó la vida.
Fuerzas federales decidieron lanzar la semana pasada una nueva ofensiva para enfrentar la crisis de violencia que ha convertido a la región conocida como Tierra Caliente en la zona más peligrosa del país, por la disputa de grupos de autodefensa con el cártel conocido como Caballeros Templarios.
El propio obispo de la diócesis de Apatzingán, Miguel Angel Patiño, fue objeto de amenazas, es protegido por la policía e incluso denunció intentos por incendiar la catedral de la ciudad.
El sacerdote, conocido como el Padre Goyo, advirtió la complicidad de autoridades municipales con las bandas criminales y convocó a los ciudadanos a denunciar a los funcionarios y policías involucrados en la delincuencia.