Mientras China observaba ayer un día de duelo nacional en memoria de los más de 1 200 muertos a causa de los deslizamientos de tierra en la provincia de Gansu, en Pakistán el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a la comunidad internacional acelerar el envío de su ayuda a los 20 millones de damnificados de las inundaciones. Ambas han sido catalogadas como las peores de las historias de los dos países.
En China las autoridades han advertido que las lluvias torrenciales continuarían y que se esperaba que las inundaciones y los aludes de barro seguirían siendo un peligro en Gansu y en la vecina provincia de Sichuán, señaló la agencia oficial China Nueva.
Hace una semana, gigantescos aludes de lodo devastaron la ciudad de montaña de Zhouqu, en Gansu, dejando 1 248 muertos y 496 desaparecidos, según el último balance de China Nueva.
Ayer, las banderas ondeaban a media asta en todo el país, ya que en la tradición china el séptimo día tras un deceso marca el punto culminante del duelo. En toda China fueron anuladas distracciones como conciertos, cines, juegos por Internet, karaokes y espectáculos de luz y sonido.
En Pekín, unas 10 000 personas se congregaron ayer por la mañana en la plaza Tiananmen para una ceremonia, mostraron imágenes de la televisión china. El presidente Hu Jintao y otros altos funcionarios chinos también rindieron homenaje a las víctimas, señalaron medios oficiales.
Luego de la ceremonia, los socorristas y el personal médico continuaron con su trabajo, retirando los escombros en el río Bailong -en búsqueda de cadáveres enterrados bajo el fango- y pulverizando desinfectantes para evitar epidemias, indicó China Nueva.
Las autoridades no pudieron satisfacer la demanda de ataúdes en la región devastada, donde una tercera parte de la población es tibetana, añadió la agencia.
El sábado, el Dalái Lama -jefe espiritual de los budistas tibetanos exiliados en India- rezó por las víctimas y señaló estar “profundamente triste” por la pérdida de vidas y los daños en China, así como en Pakistán e India.
El jefe religioso, cuestionado por Pekín, estimó que el cambio climático podía ser el origen de las inundaciones y deslizamientos de lodo en Asia y exhortó a la comunidad internacional a que hiciera un esfuerzo conjunto para proteger el planeta.
“Según los expertos, estas inundaciones tan poco comunes y los incendios devastadores en Rusia son señales de un mal más profundo, provocado por un calentamiento sin precedentes del planeta y por otras causas ambientales”, señaló el Dalái Lama, desde Dharamsala, en la India.
Se estima que hay más de 305 millones de afectados por las recientes tempestades en China, que ocasionan daños por más de USD 1 700 millones, indicaron las autoridades chinas.
En tanto que la ONU lanzó un pedido de USD 460 millones para ayudar urgentemente a las víctimas, en particular los seis millones de personas más vulnerables de Pakistán, aunque advirtió que serían necesarios muchos más millones a largo plazo para reconstruir los pueblos, las infraestructuras y las cosechas devastados por las aguas.