Aproximadamente 500 azuayos se unieron ayer al rechazo de la ley antimigratoria, aprobada el 23 de abril por la Cámara de Representantes de Arizona. Lo hicieron a través de la marcha de protesta denominada Por el respeto y la dignidad humana.2da/EC100515P8ARIZONA}2da,quote01|(Transformation)gsi.gn3quote.ElComercioPuntuales^}Allí estuvieron familiares de los jóvenes azuayos Marcelo Lucero y José Sucuzhañay, quienes fallecieron tras golpizas en Estados Unidos. También madres, hermanos e hijos de quienes viven en ese país. Para Julia Quintuña, madre de Sucuzhañay, esta ley criminaliza a los emigrantes y abre el camino al odio racial.
“No solo va en contra de los derechos humanos fundamentales, sino también de cualquier expresión de solidaridad de las sociedades de los países de destino”.
En la marcha, que se realizó en la avenida Solano de la capital azuaya, también estuvo Franklin Ortiz, de Movilidad Humana de la Pastoral Social de Cuenca. Él dijo que la ley pone a las personas en situación de vulnerabilidad, como sospechosa de no tener los documentos y obliga a los ciudadanos a denunciarlos.
La movilización reunió a auto-ridades de los ministerios del Migrante y de Inclusión Social. También a miembros de la Pas-toral Social, Casa del Migrante del Municipio de Cuenca, estudiantes del Colegio Ciudad de Cuenca…
Se recolectaron firmas de apoyo para remitirlas a los sectores sociales y de Derechos Humanos que en EE.UU. trabajan para que se derogue la normativa.
Según la secretaria del Migrante, Lorena Escudero, como país no puede intervenir, porque es un proceso interno de EE.UU., pero sí sumarse a las voces de rechazo y respaldar a las organizaciones sociales y entidades de justicia para que se analice las inconstitucionalidades que tiene la normativa.
A María Alvarado, de la parroquia Cumbe, le preocupa la suerte de sus cuatro hijos que viven en EE..UU. hace 10 años. “Ellos se han salvado de ser deportados porque en varias ocasiones ha llegado la Policía al piso donde viven a buscar a los inmigrantes”.
Alvarado indica no puede hacer más que pedir a Dios que proteja a sus hijos y unirse a las marchas de protesta. Ella fue convocada por la tenencia política de su parroquia y regresará a las calles siempre que sea convocada para respaldar a los emigrantes.
10 000 ecuatorianos viven en Arizona, según las autoridades, mientras que Cuenca es una de las ciudades del país con mayor flujo de emigrantes hacia EE.UU.
Ayer se conoció un nuevo sondeo que revela que el 85% de los hispanos inmigrantes legales o ciudadanos estadounidenses en Arizona cree que sufrirá más controles policiales a causa de la reciente ley SB 1070, que declara la inmigración ilegal un delito.
En cambio, 14% no teme que vaya a ser cuestionado por la Policía, según el sondeo de la firma Latino Decisions, divulgado por la principal organización hispana en Estados Unidos, La Raza.
En Arizona viven unos 2 millones de hispanos, 33% de origen extranjero. Unos 460 000 son indocumentados.
En tanto, los presidentes de los congresos de Centroamérica y el Caribe definieron ayer en Guatemala una propuesta para revertir la Ley de Arizona, y la presentarán al Senado estadounidense.
Asimismo, el presidente mexicano, Felipe Calderón, se quejará la próxima semana con su par de EE.UU., Barack Obama, por la polémica ley de inmigración aprobada en Arizona, que dijo “afecta a las relaciones bilaterales”.
Calderón realizará una visita oficial a EE.UU., el vecino y principal socio comercial de México, en la que manifestará su rechazo a esa ley también ante el Congreso. El propio Obama calificó a esta ley como un esfuerzo equivocado para tratar de resolver el fenómeno de la migración ilegal.