Más de un centenar de personas secundaron hoy, martes 25 de febrero de 2014, en Cuenca (centro de España) la marcha en memoria del ecuatoriano de 16 años fallecido el pasado 3 de febrero, apuñalado por un compañero de instituto, y reclamaron justicia y que no se repitan hechos similares.
Encabezada por la familia del fallecido, Johny R., la marcha recorrió en silencio varias calles de la ciudad, de unos 56 000 habitantes y situada a unos 160 kilómetros al este de Madrid.
“Pedimos justicia por la muerte de Johny y que estos actos no vuelvan a ocurrir” rezaban los carteles con la foto del menor fallecido que portaban los manifestantes.
La madre del menor fallecido dijo que la manifestación fue “para ver si hay justicia” por la muerte de su hijo, un hecho del que añadió que es “un trago muy amargo”.
Ramírez afirmó haberse sentido “muy arropada” por su familia ecuatoriana, “que han estado (con ella) desde el principio y hasta el fin”.
El joven murió apuñalado por un compañero de su instituto, sin que quede claro sin el enfrentamiento fue por una chica, como sostenían algunos jóvenes del centro, o por envidia debido a su rendimiento escolar, según dijo la madre.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Ecuatorianos Mariscal Sucre de Cuenca, Robinson Hidalgo, apuntó que el propósito de la manifestación de hoy fue “sensibilizar y motivar a la gente, sobre todo la juventud, de que estos casos no vuelvan a suceder”.
Colectivos de inmigrantes latinoamericanos, representantes de entidades ciudadanas y de ONG, profesores y alumnos del instituto de secundaria en el que estudiaban el fallecido y su agresor siguieron la marcha.
Al finalizar el acto, durante el minuto de silencio, la madre del menor sufrió un desvanecimiento y tuvo que ser atendida por sanitarios.