La orden de los Legionarios de Cristo, una de las más poderosas de la Iglesia católica, admitió ayer los abusos sexuales a seminaristas por su fundador, el mexicano Marcial Maciel, fallecido en el 2008 a los 87 años, y pidió perdón a los afectados.
“Queremos pedir perdón a todas aquellas personas que lo acusaron y a quienes no se dio crédito o no se supo escuchar..”, dice una declaración difundida en Roma.
Los legionarios indicaron que les llevó tiempo “asimilar” como ciertas las conductas atribuidas a Maciel, de quien se supo, después de su muerte, que tuvo una hija con una mujer mexicana que vive en España, así como dos supuestos hijos en México.
Los legionarios rompen con su fundador, en un hecho inédito para una congregación, al desconocerlo como modelo de vida.
La decisión de los legionarios generó reacciones diversas, entre ellas la de uno de sus supuestos hijos, Raúl González Lara, quien declaró que este gesto “no es suficiente” . El mes pasado, González reveló a la emisora mexicana MVS, junto con sus dos hermanos, que era hijo de Maciel.
Mientras tanto, la conferencia de obispos de Francia, el arzobispo de Londres y la arquidiócesis de Múnich, congregaron ayer su apoyo al papa Benedicto XVI y rechazaron las acusaciones de que encubrió abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.