El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fijó ayer tres principios inherentes a cualquier acuerdo de paz con los palestinos, cuatro días antes de la reanudación de las negociaciones directas de paz en Washington.
Netanyahu insistió en que los palestinos deben reconocer Israel como “Estado del pueblo judío”, en que el acuerdo debe poner punto final al conflicto, y en que debe haber garantías de seguridad satisfactorias para Israel. El jefe del Gobierno hebreo, que quiere dirigir personalmente la negociación con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas, no estará acompañado por ningún ministro en las negociaciones directas que se reanudan el 2 de septiembre, tras 20 meses suspendidas.
Hay más de cuatro millones de refugiados palestinos, en su gran mayoría descendientes de los 700 000 palestinos que huyeron o fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado de Israel en 1948.
Los palestinos exigen que Israel reconozca el derecho al regreso de los refugiados a sus fronteras, de conformidad con la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, aunque aceptan negociar las modalidades de ese retorno.
Abbas reiteró ayer que Israel “asumirá la entera responsabilidad” del “fracaso” de las negociaciones de paz “si las actividades de colonización continúan en los territorios palestinos ocupados en 1967”.