La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) habría ignorado un informe sobre deficiencias en la construcción del tercer juego de esclusas por parte del Grupo Unidos por el Canal (Gupc), informó hoy el diario ‘Panamá América’.
El rotativo advirtió que en 2009 los consorcios BTM y Canal presentaron un informe detallado a la ACP sobre “errores y deficiencias” en la propuesta del Gupc, integrado por la empresa española Sacyr Vallehermoso, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, S.A.
De acuerdo con la publicación, la entidad canalera ignoró los documentos y llegó a calificarlos como una especie de chantaje. El ‘Panamá América’ reseñó asimismo que Gupc está cumpliendo con “parte de las advertencias” sobre el desarrollo de las obras de ingeniería por 3 200 millones de dólares.
El consorcio BTM, integrado por las compañías Bechtel, Taisei y Mitsubishi, advirtió a la ACP, desde julio de 2009, de algunas deficiencias de la oferta de diseño de compuertas presentadas por Gupc y cuáles serían las consecuencias de utilizarlas.
BTM adujo que, por su ética profesional, se vio en la necesidad de revelar esas deficiencias a la ACP, para que realizara las verificaciones oportunas y procediera a las acciones que estimase convenientes, pero sus señalamientos fueron considerados como un “intento de extorsión”.
El consorcio advirtió que en el caso de un terremoto de nivel I o nivel II, las compuertas fabricadas de acuerdo con la oferta de Gupc están propensas a fallar y no serán capaces de aguantar el lago Gatún, en la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá. La divulgación de los informes sobre deficiencias técnicas y económicas, surgen tras la amenaza de paralización de las obras de ingeniería en la vía interoceánica, debido a las exigencias del Gupc, para que la ACP le pague 1 600 millones de dólares en concepto de sobrecostes por imprevistos.
El administrador de la ACP, Jorge Quijano, calificó de “inaceptables” los reclamos del Gupc. De hecho, las negociaciones bilaterales se encuentran estancadas, pese a la mediación del gobierno de España.
A cada propuesta de la ACP, el consorcio formula una contrapropuesta. “No importa qué tipo de presión se haga, nosotros mantenemos nuestra exigencia de que Gupc respete el contrato que ellos mismos aceptaron y firmaron”, aseveró Quijano. El administrador señaló que si el contratista incumple sus obligaciones, la ACP asumirá el proyecto y lo concluirá. Sin embargo, la empresa constructora italiana Salini Impregilo, integrante del Gupc, comentó que hay “buena voluntad” al exigir a la ACP que honre su deuda y evite caer en un “acto ilegal”.
“La amenaza de ACP de poner en marcha el denominado plan B, romper el contrato con el consorcio y confiar la realización de las obras a otros, además de ser ilegal y estar vetado por el contrato, es contrario a los intereses del Estado de Panamá y significa el despilfarro del dinero de los ciudadanos panameños”, recalcó. El Gobierno italiano esperó una semana para alinearse con el de España, ante el conflicto canalero.
El jueves, el ministro de Infraestructuras de Italia, Maurizio Lupi, respaldó y recomendó el respeto del contrato vigente de construcción de las esclusas. “Junto con el Gobierno español nos esforzaremos para asegurar que se complete una gran obra civil con la contribución de las empresas italianas y europeas líderes en el cumplimiento de las leyes, contratos y los intereses legítimos de las partes”, sostuvo Lupi.