Una conferencia entre altos responsables de la Iglesia y policías de 20 países, para combatir el tráfico de seres humanos, se inició el miércoles en el Vaticano, en presencia de víctimas.
Esta conferencia, convocada hasta el jueves, busca la “construcción de una red eficaz de jefes de la policía que puedan colaborar estrechamente con la Iglesia“, precisó un comunicado la semana pasada.
Responsables del FBI, Interpol y Europol participarán en la reunión, que es presidida por el nuevo cardenal y arzobispo de Westminster, Vincent Nichols.
La trata de seres humanos está, según la UNESCO, en el tercer lugar de los crímenes cometidos en Nigeria, después de la corrupción y el tráfico de droga.
Esta reunión corresponde a una voluntad del Papa argentino de combatir concretamente los diferentes tráficos de seres humanos.
Los delitos cometidos por estas redes incluyen trata de mujeres y niños para el trabajo y la prostitución, inmigrantes clandestinos, niños soldados, talleres clandestinos, esclavitud doméstica, tráfico de órganos, etcétera.
Según el Vaticano, que cita estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el tráfico ilegal des seres humanos genera beneficios por USD 32 000 millones anuales, e involucra a 2,4 millones de personas.
Una declaración global será adoptada por todos los jefes de policía presentes. La Iglesia, que acoge a las víctimas en sus redes de asistencia, está informada directamente sobre estos tráficos, como ocurre con la organización católica Caritas en México, que ayuda a los inmigrantes que tratan de ingresar a Estados Unidos y son víctimas de los cárteles de la droga.
También Caritas trabaja en Oriente Medio para luchar contra la esclavitud doméstica de que son víctimas los asiáticos y en el Sinaí redes católicas tratan de rescatar a migrantes clandestinos africanos de los criminales que los explotan, obligándolos a trabajar para ellos, cobrándoles sumas de dinero o abusando sexualmente de las mujeres.