Otra gran marcha a favor de los inmigrantes en Arizona

Una marcha en Phoenix. Los manifestantes protestaron en las afueras del Congreso de Arizona contra la ley de inmigración promulgada el 23 de abril.

Una marcha en Phoenix. Los manifestantes protestaron en las afueras del Congreso de Arizona contra la ley de inmigración promulgada el 23 de abril.

Miles de carteles con una sola pregunta inundaron la marcha de ayer en Phoenix : ¿Son el color de mis ojos, de mi pelo y de mi piel sospechosos?

La ley 1070, firmada el 23 de abril pasado, convierte a los inmigrantes indocumentados en criminales en Arizona y ayer concentró a cientos de miles de protestantes venidos de todas partes del país bajo el grito: “¡Todos somos Arizona!” Fue el lema no solo de los indocumentados sino de muchos negros, indígenas y blancos estadounidenses y de los latinos. Todos llegaron a Steele Indian School Park con un solo pedido: que los rasgos físicos y el color de la piel no sean motivo de discriminación y sospecha.

Pero es un grito que hasta ahora solo llega a oídos sordos. Es el Departamento de Justicia, bajo el paraguas administrativo de la Casa Blanca, el único organismo que puede pedir que se suspenda la ejecución.

El viernes, oficiales de esas oficinas dieron a entender que la Casa Blanca estaría pensando en bloquear la ley con una demanda antes de que entre en vigencia el 29 de julio. Manuel Martínez, un veterano de guerra de Vietnam, contó que se esperaban muchos miles personas en la marcha. “Me consta que hay gente de Oregon, Idaho, California, Colorado y Nuevo México”.

Él aseguró que una de las paradas de la marcha será frente a las oficinas del sheriff Joe Arpaio, convertido en la figura más visible del odio racial en contra de los inmigrantes.

Entre los ecuatorianos que acudieron a la marcha estuvo Arturo Jaramillo. Con su guitarra se unió a cantar Cielito Lindo. “Se ve que es una marcha de la unidad de todas las razas. Queremos juntar unas 50 guitarras para cantar por nuestros derechos”, dijo.

Patricia Madrigal, una de las dirigentes de la vigilia de 90 días que se lleva adelante en Capitolio de Phoenix, dijo: “Estamos haciendo historia”, en alusión a la prensa, que desde todos los puntos cardinales del planeta aterriza en Arizona para tratar de entender por qué ese estado se ha convertido en el laboratorio en contra de los inmigrantes.

“Es una megamarcha, justo cuando se acerca el Memorial Day (el día de los caídos en guerra). Precisamente son los veteranos de guerra los que están en primera fila en esta jornada”, aseguró.

El sector hotelero también dio la bienvenida a los miles de marchantes, pues se espera al menos que se alivie en algo la golpeada economía de esa industria, que está sufriendo por el boicot. Pero Madrigal dijo que los simpatizantes de los inmigrantes que llegaron de otros estados se hospedaron en las reservas indígenas de Arizona y en los parques.

Yenny Díaz, una activista, llegó a Phoenix desde California junto con 2 000 personas, llevaron hasta el agua, para evitar comprar en Arizona y así respetar el boicot. En Tempe, ciudad cercana a Phoenix, se esperaba que anoche otros miles se concentren en el estadio y 60 marchas más pequeñas se realizaron en todo el país.

Además, unas 300 personas se manifestaron ayer frente a la Embajada de Estados Unidos en la capital mexicana para reclamar un boicot comercial y turístico contra el estado de Arizona por su “racista” ley inmigratoria. “Exigimos que el Gobierno mexicano haga un boicot contra esta ley racista”, afirmó Rubén Figueroa, activista del Comité de Derechos Humanos del estado mexicano de Tabasco .

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