‘Freddy (Alfredo Palacio) estaba loco por tomar ese trabajo’

En su informe al general Blantz J. Craddock, la embajador Kristie Kenney le advierte sobre la situación política del Ecuador en estos términos:

“Las siguientes elecciones presidenciales en Ecuador son en octubre del 2006. Francamente, estaría sorprendido si el Presidente sobrevive hasta ese entonces. Adora los papeleos de oficina pero no las responsabilidades. El no-político Palacio carece de fortaleza (su esposa me dijo que “Freddy” estaba loco por tomar ese trabajo). También carece de hermanos de partido, aliados en el Congreso y está en deuda con agentes del poder como Febres Cordero y Rodrigo Borja de la Izquierda Democrática.

“El descontento forajido con el ritmo de las reformas es grande. Tres altos funcionarios del Gabinete ya se han alejado en medio de escándalos, y evidenciando que el gobierno de Palacio no es más honesto que el anterior. Expertos en finanzas nos han dicho que la brecha del presupuesto aparecerá en otoño. El ex presidente Gutiérrez renunció a su exilio en Brasil y desde los EE.UU. está conspirando en contra de su ex compañero de fórmula.

“Glacial’ es el término que mejor describe al trato de Palacio con el Alto Comando. Las malas relaciones empezaron el 20 de abril, después de que el presidente tomó su juramento en el Ciespal, donde el Congreso fue reubicado debido a protestas callejeras. Una multitud de protestantes asaltó Ciespal, golpeando a diputados y poniendo en peligro la vida del Presidente por cuatro horas. La prensa dijo inmediatamente que la intervención de las Fuerzas Armadas en el rescate de su jefe fue débil. Verdad o no, Palacio respondió inmediatamente desarticulando las fuerzas de Comando. Semanas más tarde, rumores circularon en el sentido de que la reunión del 22 de abril en una brigada en las cercanías de Quito era, en verdad, una cita conspirativa. A pesar de que el Ministro de Defensa absolvió a los participantes, Palacio sigue incómodo con el Comando y ha reemplazado dos veces a su jefe.

“Ni siquiera las élites están complacidas con el involucramiento de los militares en temas civiles. La prensa ha exigido, y el Congreso quizá lo concrete, una revisión constitucional al artículo 182 que le otorga a las Fuerzas Armadas la responsabilidad de vigilar el orden constitucional. Comentaristas también critican severamente los intereses comerciales de los militares. Por último, la armada ecuatoriana ha sido acusada últimamente de no hacer nada en el caso del hundimiento de los barcos donde se transportan migrantes (y drogas debo agregar)”.

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