Angustiados y listos para emigrar a España, familiares de cinco presos políticos cubanos esperaban ayer que el gobierno de Raúl Castro excarcelara a los opositores.
Esta es la primera fase de un compromiso de liberación de 52 prisioneros que logró la mediación de la Iglesia.
“No pude dormir anoche entre la espera y las preocupaciones. Aún no tenemos noticias. Mi esposo llamó y me dijo que estamos en una incertidumbre. Quizás nos den una sorpresa en las próximas horas. Yo tengo todo listo: dos mudas de ropa y fotos de la familia”, dijo Oleydis García, casada con Pablo Pacheco, de 40 años y condenado a 20 años, por teléfono desde la central Ciego de Ávila.
Su esposo fue avisado por el cardenal cubano Jaime Ortega, que es uno de los cinco opositores que en las “próximas horas” saldrán de la cárcel, primer paso del compromiso -anunciado el jueves- que seguirá con la excarcelación de 47 en un máximo de cuatro meses.
“Agentes de Seguridad del Estado me dieron la información. Solo me dijeron que mantuviera la calma, no me han dicho en qué momento, si va a venir a la casa o nos vamos a encontrar en el aeropuerto” expresó, desde la oriental Santiago de Cuba, Lisandra Laffita, esposa de Luis Milán, de 40 años y sentenciado a 13 años. En tanto, Guillermo Fariñas comenzó ayer un lento proceso de recuperación que llevará meses, un día después de poner fin a una huelga de hambre de 135 días, cuyas secuelas lo mantienen en “grave peligro de muerte”, informó su médico personal Ismely Iglesias.