El Gobierno boliviano pidió ayer a Potosí levantar una huelga con cortes de ruta iniciada hace diez días, para entablar negociaciones respecto de sus reivindicaciones regionales; el pedido lo realizó el vicepresidente Álvaro García.
La invocatoria surge en momentos en que el conflicto regional pareció ahondarse con el ingreso en huelga de hambre desde la noche del viernes del gobernador oficialista Félix González y un número no precisado de piquetes de ayunadores.
Sin embargo, García estimó que para crear condiciones de diálogo “se tienen que levantar las medidas de presión; pedimos por favor que se levanten las medidas” de presión, reiteró.
Una reunión de dirigentes del Comité Cívico Potosinisa (Comcipo) determinó la noche del viernes la instalación de piquetes de huelguistas de hambre, en un nuevo escalonamiento del conflicto que mantiene varados a unos 80 turistas, de los cuales 56 son franceses.
Por su parte, a través de su embajador, Antoine Grassin, Francia reclamó formalmente al Gobierno de Bolivia por la situación de sus ciudadanos.
La delegación francesa mantuvo hasta el miércoles pasado “una actitud de espera”, pero al fracasar una evacuación el jueves “expresé formalmente la preocupación de las autoridades francesas” ante la Cancillería boliviana, dijo el embajador. El diplomático también manifestó su preocupación porque “en el grupo hay algunas personas mayores que ahora empiezan a enfermarse por la altura en Potosí (3 800 m); ellos sufren de complicaciones respiratorias y a esas 3 ó 4 personas habría por lo menos que evacuarlas” de inmediato.
Sin embargo, el problema de los turistas atrapados sería menor ante la magnitud que podría cobra la paralización.
Potosí, un bastión electoral del presidente boliviano Evo Morales, demanda al Gobierno que se defina a su favor acerca de un desacuerdo limítrofe por la jurisdicción del municipio de Coroma, también reclamada por el vecino departamento de Oruro.
Además exige la construcción de una fábrica de cemento y de un aeropuerto, entre otras reivindicaciones.