Estudiantes se enfrentaron con la Policía cuando intentaban marchar por el centro de Caracas, desafiando una prohibición gubernamental en medio de la ola de protestas que vive Venezuela desde hace más de un mes y que ayer sumó tres nuevos fallecidos.
En Valencia, estado de Carabobo, un estudiante universitario, un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y un hombre que pintaba la fachada de su casa murieron tras recibir disparos durante los enfrentamientos.
El primer fallecido fue un hombre de 42 años identificado como Guillermo Sánchez, quien recibió un disparo en el tórax. Horas después, el estudiante de 23 años Jesús Enrique Acosta recibió un disparo en la cabeza mientras presuntamente intentaba huir de un grupo de motorizados simpatizantes del gobierno que rondaban la zona portando armas de fuego.
De igual manera, el capitán de la GNB, policía militarizada, Ramso Bracho murió tras recibir varios disparos provenientes de presuntos manifestantes opositores. Con ellos la cifra total de muertos subió a 26.
En la capital los disturbios se desencadenaron cuando una marcha de unos 3 000 jóvenes opositores que se encontraba en los accesos de la Universidad Central (UCV), se topó con unos 300 guardias nacionales que impidieron su paso hacia la céntrica plaza Venezuela, donde se realizaba una concentración de chavistas.
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“Estamos cansados de que no nos dejen marchar hasta donde nos lo planteamos. Hoy queríamos llegar a la Defensoría y no nos dejaron, mientras que a los chavistas sí les permitan todo”, dijo Juan González, un estudiante de 21 años de la UCV.
La marcha opositora se realizó en paralelo a una manifestación oficialista en apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro, que sí contaba con el aval gubernamental.
Ayer se cumplió un mes de manifestaciones opositoras en Caracas, algunas de ellas con decenas de miles de personas, que tuvieron como reclamo inicial la inseguridad. Ahora suman denuncias contra la inflación de 56% anual, la escasez de productos básicos, la represión de los cuerpos policiales y la detención de activistas.
Las protestas comenzaron el 4 de febrero en la ciudad de San Cristóbal y se han extendido por el país. Las manifestaciones han sido acompañadas de enfrentamientos callejeros en el opositor municipio de Chacao, donde al caer la noche grupos de encapuchados bloquean las calles con barricadas en llamas y se enfrentan con bombas incendiarias a las fuerzas del orden, que responden con gases y perdigones.
Tras rechazar que el caso de Venezuela fuera discutido en la OEA, Caracas dio su beneplácito a un encuentro de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) ayer en Santiago, a la que asiste el venezolano Elías Jaua.
Los 12 países que conforman la Unasur acordaron ayer en la capital chilena crear una comisión que acompañe el diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela a partir de la primera semana de abril.
En una declaración al final de una reunión de más de cuatro horas, los cancilleres acordaron “designar a solicitud del gobierno de Venezuela una comisión integrada por ministros de relaciones exteriores de Unasur para que en su nombre acompañe, apoye y asesore en un diálogo político, amplio y constructivo”.
Ayer la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, refiriéndose al caso venezolano, dijo: “Esperamos que ese país pueda resolver sus contradicciones y la de sus diferentes intereses en un camino de paz y diálogo”. Afirmó sin embargo que “jamás apoyaremos ningún movimiento que de manera violenta quiera derrocar a un gobierno constitucionalmente electo”.
En tanto, en una comparecencia ante el Congreso en Washington, el secretario de Estado John Kerry dijo que EE.UU. está “preparado, de ser necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA y activar seriamente sanciones”, aunque acotó que espera que “la presión social, la región y los vecinos cercanos sean quienes puedan tener el mayor impacto”.