Arqueólogos peruanos encontraron en el altiplano sur del país los restos de 44 niños sacrificados hace unos 700 años, en el interior de una antigua torre funeraria construida originalmente para familias nobles, en el Complejo Arqueológico Sillustani, informó hoy la prensa local.
El arqueólogo Eduardo Arisaca informó que “se trata de niños y de bebés de ambos sexos que no sobrepasan los tres años y que fueron sacrificados entre 1 300 y 1 400 años después de Jesucristo” . Arisaca dijo, según la prensa local, que los niños fueron sepultados en parejas, dentro de cestas funerarias o en vasijas de cerámica, alrededor de la torre funeraria o chullpa llamada “Lagarto”, localizadas en la región de Puno, fronteriza con Bolivia.
Según el investigador, a cada uno de los menores se le colocó una piedra de material volcánico sobre sus pechos y, además, están rodeados de ofrendas de animales, restos de comida y objetos cerámicos como cántaros y platos.
“Los rostros de los niños están dirigidos hacia el este (por donde sale el Sol) y todos tienen el cráneo alargado por un tratamiento previo que se les daba a los hijos de los nobles” , relató Arisaca, quien indicó que los trabajos en el Complejo Arqueológico Sillustani se iniciaron hace menos de un año.
De acuerdo a las primeras investigaciones, los sacrificios de los infantes se habrían producido en un contexto de guerra.
“Ello puede deducirse sin problemas al ver la iconografía de los objetos de cerámica que fueron hallados en los entierros de los niños”, explicó Arisaca, según reportó el diario Perú 21.
Los restos de los niños forman parte de los vestigios de al menos 200 personas que han sido encontradas sepultadas en torno a la chullpa Lagarto.