Estados Unidos no le teme al debate que se dará en la VI Cumbre de las Américas de Cartagena de Indiassobre alternativas para encarar la lucha contra el narcotráfico, según declaraciones del embajador de ese país en Colombia, Michael McKinley, conocidas hoy en Bogotá.
Aunque ese tema no forma parte de la agenda propuesta por Colombia como país anfitrión, el presidente Juan Manuel Santos ha dicho que pondrá el tema sobre la mesa para que los jefes de Estado y de Gobierno lo discutan durante la cumbre del próximo fin de semana.
McKinley dijo en una entrevista que concedió al diario El Tiempo que el presidente Barack Obama está interesado en hablar en Cartagena de Indias sobre temas como las políticas para el desarrollo económico, la inclusión social, la inequidad, la integración latinoamericana, la infraestructura y la tecnología.
Sin embargo, destacó que también está dispuesto a hablar sobre el tema del narcotráfico porque Estados Unidos no le teme al debate. “Hemos dejado bien claro en las últimas semanas, a través del vicepresidente (Joseph) Biden y secretarios adjuntos, incluyendo a Bill Brownfield, que fue embajador en Colombia, que no le tenemos miedo al debate sobre política y estrategias relacionadas con la lucha contra el narcotráfico. Más bien, esperamos que en Cartagena haya la posibilidad de hablar abiertamente de las estrategias”, dijo.
“Pondremos en evidencia nuestras experiencias de estas últimas décadas. Creemos que la legalización no es el camino para resolver los problemas que ha enfrentado la región”, agregó.
Santos dijo que promoverá el debate después de que su homólogo de Guatemala, Otto Pérez, planteara a nivel centroamericano el inicio de una discusión sobre alternativas tras cuatro décadas de una lucha convencional que no ha disminuido el tráfico de narcóticos.
Sin embargo, los presidentes de Honduras, Porfirio Lobo; de Nicaragua, Daniel Ortega; y de El Salvador, Mauricio Funes, no asistieron a una reunión convocada el mes pasado por Pérez en Antigua Guatemala y dijeron que están en contra de la despenalización. “Quiero resaltar que a pesar de que la región apoya el debate, las posiciones de cada país son distintas. En América Central, por ejemplo, tres gobiernos de la región hace dos semanas se declararon opuestos a la legalización de la droga”, dijo el embajador.
McKinley recordó que Estados Unidos ha tratado de “desnarcotizar” sus relaciones con América Latina porque le interesa discutir una agenda con temas como desarrollo económico, inequidad e inclusión social. “Desde luego, tampoco hay que olvidar el enfoque sobre la seguridad de la ciudadanía. Ese tema toca muchas facetas: narcotráfico, criminalidad, tráfico de seres humanos, lavado de dinero, pero a su lado podemos también presentar una agenda positiva, o sea, fortalecimiento de instituciones a nivel de rama judicial, de cooperación fronteriza, de la eficacia y profesionalidad de las fuerzas de la ley y el orden”, anotó el diplomático.
“Lo importante es tener un debate serio y objetivo. Nuestra posición sigue siendo que estamos opuestos a la legalización. Y también creemos que ha habido grandes logros y avances en los últimos diez o 15 años”, agregó.
El embajador sostuvo que su país ha disminuido en más del 50 por ciento el consumo de drogas en los últimos 25 años, mientras que en los últimos siete años ha bajado en un 39 por ciento el consumo de cocaína. “El año pasado se incautaron millones en dineros y activos relacionados con lavado de dinero y tráfico, así como toneladas de drogas. La responsabilidad compartida de la que se habla en esta lucha es verdadera”, señaló McKinley.
Presencia de Cuba en futuras cumbres y embargo
McKinley aseguró a varias radio locales que EE.UU. también está dispuesto a debatir sobre la presencia de Cuba en reuniones futuras. “Como sabemos, se van a tocar temas que son añadidos a la Cumbre, como el tema de la droga y Cuba, y estamos más que dispuestos a hablar de estos temas”, dijo McKinley en declaraciones a radios locales, y añadió que su país “siempre” está “dispuesto” a tratar “temas controversiales”.
Sin embargo, aseguró que no se admitirá tratar el embargo que Washington tiene sobre La Habana desde hace décadas, porque es “una cuestión bilateral”.
“Lo que sí anhelamos es que en un próximo futuro Cuba sea democrática, pueda participar plenamente en el proceso de cumbres y dentro de la OEA”, manifestó el diplomático.
“Lo importante para nosotros es que haya una evolución democrática dentro de Cuba y ese es el objetivo mayor de nuestra política”, dijo, y dejó claro cuál será la posición de su país en la cita de Cartagena.
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