Miles de personas debieron abandonar sus hogares en el sur de California a consecuencia de vastos incendios que comportaron también el alejamiento del personal de una central nuclear y de una base militar.
Los incendios, que obligaron a cerrar una importante autopista, frecuentes en verano, parecen haber este año comenzado con anticipación.
La central nuclear de San Onofre, en el sur de Los Angeles, anunció en Twitter la evacuación de una docena de miembros de su personal “por precaución”, en presencia de algunos incendios de malezas en las cercanías.
Cerca de San Diego, donde los incendios comenzaron el martes, las autoridades pidieron a 20 000 personas abandonar sus casas, pero los habitantes pudieron retornaron poco después gracias a la intervención de los bomberos que consiguieron dominar el siniestro.
Ayer, comenzaron otros incendios, uno de ellos en Camp Pendleton, entre Los Angeles y San Diego, donde fueron evacuados un depósito de armas, un puesto militar y una escuela.
En Carlsbad, el fuego destruyó casas, abatió líneas eléctricas y obligó a evacuar el parque Legoland.
Otros 11 000 residentes debieron abandonar sus casas, según las autoridades. Quemados también unos 15 edificios.
Las temperaturas en California, y en particular en la región de Los Ángeles, se ubican en estos días en los 38 grados centígrados.