Una reacción de protesta y condena generó en Ecuador, Brasil, Honduras y El Salvador la noticia sobre el hallazgo de una fosa con 72 cuerpos de inmigrantes indocumentados en el estado de Tamaulipas, en el noreste de México.
El martes, la Marina mexicana encontró los cadáveres de 72 personas, de las cuales 58 eran hombres y 14 mujeres, en un rancho ubicado cerca del poblado de San Fernando.Alejandro Poiré, vocero en materia de seguridad del Gobierno, comentó que con base en información preliminar por confirmar, las personas ejecutadas eran indocumentados originarios de Ecuador, El Salvador, Honduras y Brasil, tal como lo informó una persona de origen ecuatoriano.
El informante, de nacionalidad ecuatoriana, llegó herido de bala hasta una caseta de la Armada.
Fue él quien sobrevivió al ataque cometido por presuntos integrantes de Los Zetas. Es una violenta organización que, además de dedicarse al narcotráfico, realiza secuestros, extorsiones, robo de combustibles, etc.
Según el diario Reforma de México, que tuvo acceso al texto de la declaración, el sobreviviente ecuatoriano relató que los inmigrantes habían ingresado a México por Chiapas, con la intención de llegar a Estados Unidos.
La versión del diario indica que el ecuatoriano dijo que un comando los detuvo y trató de extorsionarlos y, como se resistieron, empezaron a disparar. A él lo creyeron muerto y pudo escapar herido para pedir auxilio. Según su relato, en el rancho escuchó “gritos, súplicas y disparos”. El compatriota tiene lesiones de bala y está internado en un hospital.
Versiones extraoficiales indican que los cadáveres aparecieron amontonados en una bodega o habitación del rancho. Después del aviso de Lala Pomavilla, personal de infantería acudió a la zona, con apoyo de helicópteros.El número de muertos es el mayor hallado en un solo sitio en la lucha contra el narcotráfico, que la inició el presidente Felipe Calderón, en el que participan decenas de miles de militares y policías.
Tamaulipas, fronterizo con Texas (Estados Unidos), es uno de los estados mexicanos más violentos y su control está siendo disputado por los carteles de narcotraficantes del Golfo y Los Zetas, antiguos aliados. La región vive una ola de violencia que incluyó a finales de junio el asesinato de un candidato a la gobernación a manos de un comando armado a seis días de los comicios.
En los últimos dos meses y medio hubo en México otros dos grandes hallazgos de cadáveres, en fosas clandestinas, que las autoridades creen fueron usadas por pistoleros del narcotráfico para deshacerse de los cuerpos de enemigos. El 7 de junio fueron extraídos 55 cadáveres de una fosa clandestina junto a una mina del histórico poblado de Taxco (sur), mientras que el 24 de julio se localizaron 51 más en nueve fosas en el estado de Nuevo León.
Ayer el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, aseguró que se dará la ayuda necesaria para los familiares de las víctimas. Dijo que pedirán a la Embajada de Ecuador en México que adelante las acciones para identificar a los fallecidos y dar apoyo a sus familias. La canciller mexicana Patricia Espinosa, quien estuvo ayer en Quito, aseguró que su Gobierno hará todo lo posible por descubrir a los causantes de este crimen.