Ricardo González Alfonso llegó a España el martes, junto con su familia y otros opositores excarcelados de Cuba. “La libertad no se pide, se ejerce”, afirma.
Cómo se siente en España luego de su excarcelación?
Con la mente todavía en Cuba y el cuerpo en Madrid. Es una sensación un poco extraña, supongo que mente y cuerpo se unirán en un momento dado.
¿Qué cree que va a pasar en Cuba?Todo esto ha sido un juego del Gobierno para mejorar su imagen internacional. Pero de la misma forma que se vio obligado a liberar a un grupo de nosotros, lo vemos como el principio de una serie de pasos. Sencillamente ir logrando una transición pacífica en Cuba.
El Gobierno tiene una situación difícil en lo económico y social. Todo el mundo, incluyendo grupos de poder, tienen la palabra cambio en los labios. Ellos quieren un cambio para salvar la dictadura, nosotros uno para salvar la democracia o hacer que Cuba sea democrática. Hasta ellos mismos saben que para perdurar tienen que cambiar.
¿Cómo se ejerce el periodismo independiente en Cuba?
Es casi un milagro, pero lo fuimos logrando poco a poco. Quizá el Gobierno no pensó inicialmente la fuerza que iba a tener el periodismo independiente. Nos fuimos imponiendo y empezamos a actuar como si fuéramos un país libre. No porque fuéramos necios, ni desconociéramos que estábamos en una dictadura, sencillamente la libertad no se pide, se ejerce. Y si ejercer la libertad cuesta la prisión, pues estuvimos en prisión 7 años y cuatro meses.
¿Se siente un desterrado?
Es un destierro porque yo nací en La Habana, no en Madrid. Creo que se les va de las manos este hecho, nosotros seguimos exigiendo la libertad incondicional de todos los presos políticos. Tampoco podemos celebrar esa excarcelación masiva. Tenemos que seguir luchando hasta que Cuba sea democrática.
¿Se respetan los derechos humanos en Cuba cuando alguien es obligado a salir de su tierra por diferir?
Por supuesto que no se respetan los derechos humanos, no solo por eso. Por ejemplo, cualquier ciudadano cubano tiene que pedir permiso de salida y una visa para entrar aún siendo cubano.
¿Cuántos años ejerció el periodismo?
Ejercí el periodismo independiente desde 1995 hasta el 2003. Antes trabajé como guionista para la televisión cubana.
¿Qué opina de lo que ha hecho Fariñas?
Tanto la huelga de Orlando Zapata que murió, como la de Guillermo Fariñas, obligó a movilizar a la opinión pública mundial y al Gobierno a estas excarcelaciones. Fueron dos actitudes heroicas.
¿Cómo lo trataron en las prisiones?
Estuve en varias prisiones. En Kilo 8 en Camaguey, Aguichas en Matanzas y en Combinado del Este en La Habana. El trato por supuesto es malo como en todas las prisiones. Teníamos que hacer canales con nailon para que las aguas servidas y las filtraciones del techo no nos mojaran y nos dejaran dormir. Parece mentira pero es así. Lo vi, viví y sufrí.
¿Estaba solo, compartió celda con otras personas, cómo eran las condiciones?
En ocasiones estuve con los presos más peligrosos de Cuba. Fue un método de castigo porque escribí un libro-poemario titulado ‘Hombre sin Rostro’- en el que denunciaba las atrocidades que viví en prisión. El libro lo hice clandestinamente y lo publiqué en el exterior.
En la etapa final estuve solo en la celda. A base de huelga de hambre, de ayuno, gracias a la solidaridad internacional, las denuncias, fueron mejorando, entre comillas, las condiciones; hubo algunas mejoras con respecto a los primeros años.